Imagen referencial. Caballeros templarios en la plaza de San Pedro.

Los “soldados de Cristo” llegaran al Puerto Principal

El próximo 4 de mayo de 2019 será el inicio de los primeros Caballeros Templarios en Guayaquil.

En torno a los Caballeros Templarios se tejen una serie de mitos, leyendas e historias que podrían confundir. Américo Pachas, transportista y gran prior del primer Gran Priorato de Caballeros Templarios del Ecuador, los define como “los soldados de Cristo” que actualmente apoyan a la Iglesia Católica en labores sociales.

Según el peruano, radicado en el Ecuador desde hace 20 años, a él le fueron cedidas las patentes -de parte del Gran Priorato de Caballeros Templarios del Perú, encargados de la Orden en Sudamérica-, para iniciar a los primeros caballeros en el país, el próximo 4 de mayo de 2019 en Guayaquil.

La Orden del Temple, cuyos integrantes fueron llamados caballeros Templarios, fue creada entre 1119 y 1120 y aprobada oficialmente por la Iglesia Católica en 1929. Inicialmente, su aparición tenía el objetivo cuidar a los cristianos que peregrinaban a Jesuralén y recuperar, en una batalla religiosa, a la Tierra Santa.

Pero eso ocurrió hace más de ocho siglos y ahora, aquellos caballeros que levantaban sus espadas y protagonizaban cruzadas por la defensa de la fe, se dedican a hacer labor social, precisa Pachas. Y aunque el papa Clemente V cedió a las presiones de Felipe IV y disolvió la orden en 1312, esta organización se mantiene en algunos países el mundo, con la misma fe en el cristianismo, pero alejados de batallas y más cercanos al altruismo.

De acuerdo al sitio larepublica.pe, lo templarios peruanos mantienen la tradición de vestir túnica blanca con la cruz de Malta roja, tienen una escala de grados y cruzan espadas en sus rituales. “Si sus antepasados recuperaban en guerras los lugares santos, los de hoy construyen tanques de agua para niños pobres”, detallan.

Pachas dice que, luego de la ceremonia de iniciación, que se realizará en la iglesia San Antonio de Padua, en Urdesa Norte, ellos se reunirán una vez al mes para planificar acciones que les ayuden a resolver algún problema de índole social.

Ese día, se iniciarán 25 integrantes, tanto caballeros como sorores templarias, como se denominan a las mujeres, que también pueden ser parte de la orden. Añade que para poder ser parte de ella, solo se necesita ser Católico y tener la voluntad de ayudar a los más necesitados.

“De la milicia no queda nada. Nuestra vestimenta y la espada de doble filo simbolizan solamente la fuerza para defender la fe y la espiritualidad”, explica a La República, Ramiro Gómez Salas, responsable de la Encomienda peruana de la Orden que agrupa a cinco mil templarios en el mundo.