Tiene un doctorado de Medicina de la Universidad Druzhby Narodov (Amistad de los Pueblos) ‘Patricio Lumumba’, de Moscú (Rusia), y un masterado en Educación Sexual. Ministra de Salud desde el 15 de noviembre del año pasado.

“Ahora viene la fase mas dura”

Tras dos semanas del terremoto, en las que el sistema de salud ha atendido a 38.078 personas afectadas y en las primeras 72 horas a 4.500 personas heridas, empieza una nueva fase. Según Guevara, hay medicinas suficientes en cuatro centros de acopio: Gu

La ministra está en Manabí desde el día después del terremoto. La nueva fase, la más dura opina ella, es evitar las enfermedades.

¿Qué infraestructura sanitaria es la que está afectada?

En la zona 4 tenemos 223 unidades de salud. El levantamiento se ha hecho en 221, de las cuales 52 han sido evaluadas con OPS y equipos técnicos del ministerio. Sin daños están 117 unidades, con afectaciones leves 91 y con moderadas 13. Las afectaciones fuertes fueron en el hospital de Chone y en el de Bahía.

¿Qué están haciendo en las 91 unidades con daños leves?

Estamos interviniendo. Hay equipos de ingenieros y arquitectos que preparan la reparación. De hecho, unidades desplazadas a otros lugares ya están operativas en sus edificios.

¿Cuánto demorará reparar los daños moderados?

Estamos revisando el presupuesto. Del presidente Rafael Correa tenemos todo el apoyo. Los ingenieros y arquitectos hacen el levantamiento y contratación para su intervención.

¿Qué será demolido?

El hospital Napoleón Dávila de Chone tiene afectación estructural y no estructural. Según la evaluación de la OPS, de los tres bloques, uno tiene daños estructurales y no estructurales; en los otros dos la estructura está bien. La evaluación preliminar indicaba un derrocamiento global. Estamos analizando si el derrocamiento es en un bloque y los dos se reconstruyen. En el hospital Miguel Alcívar de Bahía, los expertos internacionales me han dicho que la estructura está bien, pero hay que votar el resto. Todo es preliminar. Necesito los informes técnicos con firmas de responsabilidad para tomar una decisión.

¿Cuál es la gran prioridad?

La siguiente fase, la fuerte, es la del control epidemiológico, y es larga. En los albergues y en ciertos refugios es intensivo el control de vectores y el lavado de manos antes de comer y después de ir al baño. Si no se cuidan se pueden contagiar de salmonelosis. Hay que impedir que venga el cólera. En Haití, más gente pereció por la epidemia de cólera en los albergues que por el terremoto.

¿Cuánto personal trabaja?

Alrededor de 1.500 personas. Son equipos de atención integral: médicos, enfermeras y técnicos en atención primaria. Ahora tenemos la necesidad de voluntariado con conocimiento sanitario y vamos a fortalecernos con estudiantes universitarios, pero de los últimos años o egresados para poder visitar familia por familia, casa por casa, albergue por albergue. Lo estamos haciendo, pero queremos avanzar a todas las zonas de difícil acceso.