Le ‘pelaron’ la casa a la difunta
Los pillos se habrían llevado 5 mil dólares en efectivo y otros $ 15 mil en joyas, ropa y electrodomésticos. Sucedió en Guayaquil.
El último suero que colocaron a Fredi Marlene Calvopiña Cunalata, de 63 años, aún permanecía colgado de una viga del techo de su casa. Fue lo que, junto a un juego de muebles, un refrigerador, una cocineta y una cama, que los delincuentes no se llevaron.
De ahí arrasaron con lo demás: dos televisores, una lavadora y un acondicionador de aire, entre otros electrodomésticos. También robaron joyas, ropa y un dinero que la mujer guardaba debajo de un colchón. “Mi hermana pensaba a la antigua y en su cama mismo tenía sus ahorros, con los que solventaba los gastos de su enfermedad”, relató Fanny Calvopiña.
Fredi Marlene sufría de cáncer de estómago, pero, según la pariente, eso no ocasionó su muerte el pasado sábado, sino el sufrimiento por la pérdida de sus dos únicos hijos, en agosto 2018 y en septiembre 2019.
Fue desgracia tras desgracia, comentó Rosa Calvopiña, otra hermana de la mujer. “Hace tres años se le detectó el cáncer y los años siguientes las muertes de mis sobrinos”, mencionó.
Y aún después de muerta, los percances no terminaron en la casa de la mujer, pues la tarde del pasado domingo, mientras era sepultada en el cementerio del sector Pancho Negro, en La Troncal (Cañar), un grupo de delincuentes ‘visitaba’ su inmueble, en la cooperativa Los Shyris, junto a la ciudadela El Cóndor, en el norte de Guayaquil.
Los pillos habrían forzado las seguridades para ingresar al domicilio, explicó Fanny Calvopiña. Y una vecina, quien pidió el anonimato, añadió que fueron combos los que utilizaron para golpear los candados, pues ella escuchó el fuerte ruido y salió a observar qué sucedía, pero aclaró que no llamó a la Policía porque vio a una mujer que le pareció conocida y pensó que había llegado junto a familiares de la difunta para retirar sus cosas.
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Sin embargo, al anochecer, otra lugareña se percató de que la puerta había quedado abierta y que la mayoría de objetos había desaparecido. Por eso decidió llamar a los familiares para informarles lo ocurrido.
Al día siguiente, los allegados viajaron al Puerto Principal para constatar lo sucedido y denunciar el caso, que ahora es investigado por la Fiscalía de Soluciones Rápidas. Se habrían llevado 5 mil dólares y otros $ 15 mil en joyas, ropa...
“No queremos que quede en la impunidad. Se debe detener a todos los que participaron en el robo. Estos delincuentes se aprovecharon de la muerte de mi hermana para meterse a la casa justo cuando la sepultábamos. Decidimos enterrarla en La Troncal, porque allá está la mayor parte de nuestra familia”, acotó Fanny.
No obstante, en la urbe porteña quedan los restos de sus hijos. El mayor, Jimmy Tibán Calvopiña, de 38 años, quien falleció de un infarto en 2018; y Mayra Sharon Tibán Calvopiña, de 29, a quien mataron, en 2019, durante un asalto en la cooperativa Pancho Jácome, en el norte.
“Eso fue lo que acabó con mi hermana. Nunca se pudo recuperar de la pérdida de sus únicos hijos. Mi hermana fue profesional de la Enfermería, trabajó en una clínica y últimamente tenía una zapatería con la que se solventaba sus gastos médicos”, explicó la hermana. Ahora ese negocio está a su cargo y con las ganancias espera financiar los gastos legales para que el caso no se deje de investigar.
Sospechas
Los parientes creen que sí hubo una persona conocida involucrada en el robo, porque sabía que los allegados estaban en La Troncal y que la casa había quedado abandonada.