El lento proceso de mutación de Yachay hacia Siembra
El cambio de nombre no borra las obligaciones que deja la empresa pública.
Nuevo año y nueva denominación. La Empresa Pública Yachay tiene el pie puesto en el acelerador para ejecutar una suerte de ‘lavado de cara’ empezando por el cambio de su nombre.
Aunque el presidente, Lenín Moreno, decretó el 10 de diciembre pasado que Yachay pasará a llamarse Siembra, la variación no se ha concretado. En la web institucional se anuncia que están migrando a una nueva plataforma y habrá noticias “muy pronto”.
La propuesta no ha estado exenta de críticas e inquietudes. El expresidente, Rafael Correa, en cuyo periodo se creó esta entidad, pidió a sus seguidores estar atentos de si el cambio es solo para la empresa pública o abarca también a la universidad ubicada en Urcuquí, Imbabura. “Siempre quisieron Yachay en Quito”, escribió.
Otros sectores, en cambio, cuestionaron que el cambio de denominación podría significar que desaparezcan los procesos administrativos y de otro tipo que tiene la actual Yachay EP y que Siembra empezaría de cero, sin esas cargas.
El abogado societario Alejandro Bermeo dijo ayer a EXPRESO que el cambio de nombre no exime a Siembra de continuar cumpliendo con las obligaciones de su antecesora.
EXPRESO solicitó información a Yachay EP sobre los motivos del cambio de nombre y cuál sería la orientación de la nueva empresa, pero no recibió respuesta desde mediados de diciembre. Sin embargo, se pudo conocer que se mantendrán los preceptos con los que se creó Yachay y el presidente Moreno le aumentó uno más.
“Desarrollar un ecosistema de docencia, investigación, innovación y producción, enfocado en productos agrícolas tradicionales y no tradicionales para alcanzar el desarrollo humano sostenible en la región norte del país y demás actividades económicas necesarias para su cumplimiento”, señala el documento.
Pero al presidente de la Federación de Cámaras de Industrias, Pablo Zambrano, el cambio de nombre y la nueva disposición le parecen insuficientes. “Yachay nació mal conceptualizado, estructurado y financiado. La mejor ayuda sería repensar en recuperar las inversiones inmensas que se hicieron y devolver vida a esa zona que es agrícola”, señaló.
