Partido. Chelsea Clinton a su arribo a la Convención Nacional Demócrata, en Filadelfia, el pasado 28 de julio.

Ha llegado para Chelsea Clinton la hora de la pol{itica

Expresa más que nunca sus posiciones en Twitter y ahora tiene un nuevo libro en venta: los rumores sobre las ambiciones de Chelsea Clinton, hija única de Bill y Hillary, corren como reguero de pólvora.

Expresa más que nunca sus posiciones en Twitter y ahora tiene un nuevo libro en venta: los rumores sobre las ambiciones de Chelsea Clinton, hija única de Bill y Hillary, corren como reguero de pólvora.

Chelsea, de 37 años, creció en el centro del poder: pasó su infancia en la Casa Blanca cuando su padre era presidente, y en 2016 recorrió el país junto a su madre, candidata a la presidencia.

Más de seis meses después de la histórica derrota de la exsecretaria de Estado frente a Donald Trump, Chelsea es omnipresente en Twitter, comentando todo o casi todo, desde el último atentado contra los coptos en Egipto hasta el acceso de las mujeres a las toallas femeninas, pasando por el zoológico de Central Park.

Un mes después de que otra hija célebre, Ivanka Trump, publicara un libro con consejos para mujeres que quieren combinar familia y altas responsabilidades, Chelsea Clinton publicó el pasado martes su tercer libro, destinado a los niños y titulado ‘She Persisted’ (‘Ella persistió’).

Ilustrado por Alexandra Boiger, el libro celebra de manera sucinta a 13 mujeres estadounidenses que “persistieron” frente a los obstáculos para “cambiar el mundo”. La mayor parte son desconocidas en el extranjero, excepto la sordomuda del siglo XIX Helen Keller o la superestrella televisiva Oprah Winfrey.

Hillary Clinton no figura en este minipanteón de mujeres cercanas a las causas demócratas, pero el libro es un homenaje a los ideales que quiso encarnar. Y aparece de manera prominente en un dibujo, vestida de traje pantalón rojo.

El título del libro es una referencia a la senadora demócrata Elizabeth Warren, que en febrero pasado insistía para leer en el Senado un texto de la viuda de Martin Luther King cuando el líder republicano de la Cámara alta la mandó callar. #ShePersisted se dispersó entonces por las redes sociales, convirtiéndose en el eslogan feminista y demócrata del momento.

Con unos 1,6 millones de abonados en Twitter, Chelsea está aún lejos de sus poderosos progenitores: su madre tiene 15 millones, su padre 7,5 millones.

La carrera de esta diplomada de las universidades de Stanford y Oxford ha sido ecléctica hasta el momento: tuvo sus inicios en la consultoría McKinsey, un breve pasaje como periodista en NBC (con un salario de 600.000 dólares anuales), y ahora es vicepresidenta de la Fundación Clinton creada por su padre, que financia proyectos de salud pública en el mundo. También da clases en la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Pero con las innumerables causas que abraza en Twitter y la pasión visceral de la familia por la política, la pregunta sobre sus ambiciones es inevitable. Y Chelsea, quien vive en Manhattan con sus dos hijos pequeños y su rico marido Marc Mezvinsky, no hace nada para poner fin a los rumores.

Interrogada el martes en el programa The Today Show de NBC, no respondió claramente. “Todos tenemos hoy la responsabilidad de no quedarnos callados”, dijo, evocando su “ADN” que la lleva a “hablar y a usar cualquier plataforma que tengamos” para expresarse, incluidas las redes sociales.

Desde hace varias semanas Chelsea prefiere la vaguedad. “No soy candidata a ningún cargo político” (...) “en este momento”, dijo en abril a la revista Variety. En CNN, también subrayó que no es candidata a nada “por ahora”, aunque “creo que todos debemos plantearnos la pregunta regularmente”.

El diario New York Post, conocido por su hostilidad a los Clinton, criticó a Variety por colocar a Chelsa en su portada, y dijo que nadie votaría por ella, salvo “el ambiente mediático-hollywoodense”.

La revista Vanity Fair, cercana a los demócratas, también se burló de la manera en que Chelsea “salta en el vagón de la indignación del día” en Twitter.

Pero seis meses después de la elección de Donald Trump, los demócratas, minoritarios en el Congreso, carecen de un líder fuerte y todo puede suceder, subrayó no obstante Vanity Fair.

“Por ahora, la mayoría de los demócratas están buscando nuevos candidatos con nuevas ideas”, indicó el analista demócrata Jamal Simmons. Y agregó, prudente: “Chelsea Clinton siempre fue capaz. Puede alcanzar un objetivo, cualquiera que sea”.

Pulso

“¿Dónde cree Trump que está Israel?”, tuiteó Chelsea Clinton, luego de que, en Jerusalén, aquel dijera que “acababa de regresar de Oriente Medio”, refiriéndose a Arabia Saudí.