Una lluvia de destrucción y angustia inunda los cantones de la Costa
El 85 % de Chone está bajo el agua; el río se llevó cinco casas en Echeandía; el Daule anegó los barrios ribereños de Santa Lucía.
Llueve destrucción y drama en la Costa. Las intensas y prolongadas precipitaciones a lo largo de la región, multiplican los daños causados por las inundaciones de ciudades y cultivos, carreteras cortadas y puentes colapsados por el desbordamiento de los ríos, que a su paso se han llevado casas de sus riberas.
En la provincia de Bolívar, la de Mercedes Lumbe es la que aparece en un vídeo difundido en redes sociales este miércoles 21 de febrero, que daba cuenta de la magnitud del daño generado por el río en el sector del Malecón Alto, del cantón Echeandía. En total colapsaron cinco inmuebles, entre dos casas habitadas y tres utilizadas como locales comerciales. Adicionalmente en el sitio del derrumbe se contabilizaron otros ocho inmuebles con riesgo de ser arrastrados por la corriente, debido al socavamiento de sus bases.
“Todo fue tan rápido que decidimos salir con los bebes y ni bien cerramos la puerta, la corriente ingresó con fuerza y se llevó todo a su paso”, expresó la moradora, que dijo haber perdido todo lo que tenía en su casa.
La vicealcaldesa, Jhuleth Naranjo, informó que se han habilitado dos albergues. El cantón será declarado en emergencia con el fin de que el Gobierno Central les otorgue los recursos necesarios.
En la provincia de Manabí otro cantón declarado en emergencia es Chone, que tiene un 85 % de su territorio bajo el agua. La imagen de Secundino Zambrano (83 años) rescatado por sus nietos con el agua a la altura del pecho que amenazaba con ahogarlo, muestra la dramática realidad que vive esta ciudad. Esta escena se dio en la Calle Nicolás Marcillo, una zona donde al menos 60 familias fueron sorprendidas por el temporal.
“Por favor necesitamos ayuda, estamos bajo el agua y bajo un tristeza tremenda, exclamaba la moradora Celinda Zambrano. Desde esta zona se sacaban cocinas, televisores, refrigeradoras, cilindros de gas, entre otros.
El alcalde Leonardo Rodríguez afirmó que por el colapso del canal de encauzamiento, que no fue desasolvado, hay una inundación de una magnitud que no se había presentado en 30 años.
Indicó que 80.000 habitantes están afectados directa e indirectamente y que las pérdidas económicas diarias por las afectaciones agrícolas y pecuarias son de 12 millones de dólares.
En la provincia de Guayas, el río Daule inundó ayer diversas zonas del cantón Santa Lucía. La creciente y el aguacero obligaron a los bomberos y agentes de tránsito a socorrer con botes y camionetas a los pobladores de los barrios Morochal, 3 de abril y de la calle Eloy Alfaro.
En total, 15 familias fueron evacuadas. “El agua ingresó a mi casa y en 10 minutos me dañó todos los aparatos eléctricos y los muebles”, relató uno de los afectados.
Mientras otro habitante expresó que solo se encomiendan a la virgen de Santa Lucía para que el agua no siga subiendo. "En seis horas, tres metros ha subido el caudal. No es solo la cabecera cantonal, también los recintos inundados".
Dos escuelas en los recintos Che Guevara y El Porvenir, están totalmente bajo el agua. "Seguimos en constante monitoreo del caudal del Daule", aseveró el jefe del Cuerpo de Bomberos, Aarón Ferruzola.
De igual manera, en General Villamil (Playas) unas 200 personas permanecen en dos albergues que asignó el municipio para los afectados por los aguaceros del lunes y martes pasado. Los sectores inundados son los cercanos al río Arenas, que atraviesa el norte del cantón. La noche del miércoles llovió con menor intensidad, pero se han previsto nuevas precipitaciones.
Una compañía del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, llegó en ayuda de los bomberos locales, que no se daban abasto para evacuar a las personas de unos siete barrios inundados, según cifras del COE local, pero son más, siquiera unos 12, dijo Roberto Rueda, que vive en El Cisne, en el kilómetro 5 de la vía a Data de Villamil , cerca de un salitral.
La solidaridad se hizo presente en esta emergencia: Vecinos se ayudaban entre ellos para evacuar, algunos pescadores de las zonas inundadas, en sus balsas sacaron a familias enteras, otros subieron sus pagas de la playa, para socorrer a las familias, que por las redes sociales pedían auxilio.
“Es el momento de mostrar nuestro amor al prójimo de hecho y no de palabra”, dijo Miguel Ángel Paucar, dueño de una despensa, que llevó bebidas y alimentos no perecibles, al barrio San Vicente. Por otra parte Aldo García, concejal del cantón, llegó con otras embarcaciones para evacuar a la gente del barrio Bellavista sector 7. (TO-AG-ER-NM)
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