Comunicación. Varios de los miembros del Guayaquil Radio Club en uno de los salones de su sede.

‘Alfa, bravo, charlie...’ aun hay respuesta al otro lado

Son tiempos marcados por la Internet, la telefonía celular, el WhatsApp y los mensajes electrónicos.

Son tiempos marcados por la Internet, la telefonía celular, el WhatsApp y los mensajes electrónicos. Pero aún en estos días, aquel antiguo modismo de comunicación del clásico “alfa, bravo, charlie, delta...” del alfabeto radiofónico, aparece vigente.

Algo que hace poco un grupo de guayaquileños reunidos en una de las áreas de un edificio de tres plantas en la ciudadela Bolivariana defendió.

Lo hicieron sentados de tal forma que dejaron a sus espaldas a una veintena de equipos de todo tamaño, en la planta baja de la sede del Guayaquil Radio Club (GRC). “Es nuestro museo”, dice Arturo Tello, uno de los miembros del club, del que es parte hace 30 años.

“Cuando la tragedia corta caminos, redes eléctricas y comunicaciones convencionales, nosotros estamos ahí”, alega Jorge Martínez, radioaficionado desde los 13 años.

“Apenas necesitamos un trozo de alambre, un pedazo de madera y la batería del carro para conectarnos”, dice Ahmed Pérez, estudiante de la Espol, asociado hace cuatro al club.

Uno de los afectos del terremoto del 16 de abril pasado fue la falla en los sistemas de comunicación. Precisamente para ayudar a solventar algo de esto en las horas posteriores al sismo, dos equipos del GRC viajaron a Manta y a Pedernales, en donde se instalaron durante dos semanas.

“Son este tipo de situaciones las que nos mantienen vigentes”, dice Gunter Chanange, de 73 años y uno de los miembros más antiguo del club. Se sumó en 1969. “Puede que haya quienes crean que la tecnología nos dejó. Quienes inventan aparatos como el celular, son radioaficionados. Usan las bases de la radiocomunicación”.

Un alegato que se sustenta con hechos: desde el 2012 hay 15 satélites más dirigidos a los radioaficionados del planeta, donde existen más de dos millones. Cinco mil están en Chile y 30.000 en España. En Ecuador, son cerca de 860. Solo en el GRC hay 185.

Lorenzo Lértora, quien preside la agrupación, habla de hitos históricos de la organización fundada en mayo de 1923. “Miembros nuestros apoyaron en las comunicaciones luego del terremoto del 19 de septiembre de 1985 en México”.

El grupo lo formó Efrén Real (+), Alfredo Solines Acevedo y Luis Rabascal (+). En 6 días transmitieron 3.000 mensajes.

Plácido Domingo, tenor español, comunicó a sus parientes en España que ese día murieron dos tíos y dos sobrinos.

Un trabajo similar ejecutó Gabriel Tramontana Herrera (+), pero este en el sismo de Ambato del 5 de agosto de 1949.

Una actividad que, a pesar del avance de la tecnología, sigue vigente en estos días.