Otro intento por ‘educar’ a los aliens
Cada cierto tiempo aparece alguien con deseos de mandar algo nuestro al espacio exterior. Ahora son los alemanes. Hablamos de un proyecto que pretende enviar Wikipedia a la Luna.
Algún día, dentro de mucho tiempo, pueden ser miles y hasta millones de años, nadie lo sabe a ciencia cierta (es más, tampoco si sucederá), seres extraterrestres podrían sorprenderse de encontrar naves con información (desde fotos y textos de historias de amor, hasta audios en todos los idiomas) procedente de la Tierra.
Y es que desde que el ser humano pudo poner un pie en la Luna, el sueño con la exploración a gran escala se hizo más grande. Se desarrollaron proyectos como SETI con la intención de descubrir si estamos solos o no en el universo, e incluso se han realizado misiones enviando al exterior información sobre el planeta y sus habitantes a quienes la puedan recibir.
Cada cierto tiempo aparece alguien con deseos de mandar algo nuestro al espacio exterior. Ahora son los alemanes. Hablamos de un proyecto que pretende enviar Wikipedia a la Luna.
La famosa enciclopedia libre iría contenida en un disco duro dentro de un vehículo del tipo rover (fabricado por Audi). Llevaría lo que desde los propios cuarteles generales de la enciclopedia han llamado “la cápsula temporal y de conocimientos definitiva”.
El equipo detrás de este ingenioso proyecto se llama Part-Time Scientists y es uno de los cinco que quedan compitiendo en el concurso Google Lunar Xprize. Su objetivo es conseguir llegar a la Luna en el 2017, conseguir que su rover aterrice de forma segura en la superficie, dejar el contenido en un lugar seguro, conducir la nave durante 500 metros y enviar las imágenes que capte de vuelta a la Tierra, según se puede leer en Wikimedia Meta-Wiki.
Los contenidos que transporte el rover serán escogidos por la comunidad de Wikipedia (usted y yo) a través de unas votaciones que iniciarán el 3 de junio.
No es la primera vez que se envía información al espacio para seres que no hemos visto. El ejemplo más conocido es el de la misión de la sonda espacial Voyager I. En esta sonda se incluyó un disco dorado conocido como ‘Sonidos de la Tierra’, que contenía saludos en casi todos los idiomas, música hecha por habitantes del planeta y sonidos de la naturaleza. La finalidad era que quien lo encuentre tenga una idea de quiénes somos los seres humanos y qué se puede encontrar en nuestro planeta.
Uno de los últimos ejemplos es el de la sonda espacial Rosetta, construida para descifrar los jeroglíficos y arrojar luz sobre los cometas y el sistema operativo. Se llevó al espacio 13.000 páginas de texto escritas en 1.200 lenguas.