
Los ‘Hijos del jaguar’ se alistan para la Uyantsa
Las costumbres del pueblo Kichwa de Sarayaku se conservan, pese al paso del tiempo. Tienen sus propios rituales en honor a la selva viva. Cada dos años hacen una fiesta especial a la que denominan Uyantsa, que les permite atraer la energía de la Pachamama.
“Por dejarnos vivir y por la abundancia que nos brinda es la ceremonia”, asegura Gerardo Guaninga, exdirigente de la comunidad.
Aquí no se celebra el Carnaval, sino la fiesta de la chicha y la cacería, donde hay danzas, matrimonios y comida comunitaria.
Este año los preparativos empiezan desde el sábado 28, en que los “Hijos del Jaguar” van hasta el corazón de la selva a conseguir los frutos y los alimentos que ofrece la Madre Tierra.
Ellos cazan y pescan para la fiesta. Mientras que el 29 empiezan el proceso para elaborar la chicha, bebida sagrada, y la preparación de comida para brindar a los invitados durante los días de festejo.
El viernes 10 de febrero se espera la llegada de quienes salieron a pescar y cazar y son recibidos por todo el pueblo. El sábado 11 siguen las actividades con el “Sisa y Ramus kamari”, el 12 se realizarán ceremonias de bautizos y bodas tradicionales y la mikuna comunitaria, y el lunes 13 culminan las fiestas donde se designarán a los nuevos priostes que serán los encargados de las actividades para el 2017.
Todo empieza con el sonido de los tambores, flautas y pikuanus.
El ritual es el más antiguo del pueblo. Las mujeres pintan sus rostros con las figuras tradicionales, símbolo de belleza y de su estrecha relación con la naturaleza.
Ellas salen al encuentro de los guerreros, de los hombres que llegan de su jornada, después de quince días. Lo primero que les brindan es la chicha como símbolo de cariño, bienvenida y fertilidad.
La chicha la elaboran con la yuca que han sembrado durante ocho meses. Los cazadores que llegan ataviados con plumas y sus rostros pintados, entregan en las casas sus ofrendas que son los frutos de la cacería, representación de la bondad, la solidaridad y ofrenda de la selva, dominio del Amazanka (dueño de la selva y de los animales).
Eriberto Gualinga dice que la chicha es la bebida sagrada que alimenta y da fuerza a cada uno de los miembros de este pueblo originario. La mujer, que es el símbolo de vida, es la única que la puede elaborar para después entregarla a los hombres que al beberla renovarán las fuerzas. (F)