Un turista aprecia varias de las pinturas en exhibición.

El ‘hostal galeria del pueblo’ cuenta la historia de Banos

Mientras se sienta a tomar un café, Ben hace un recorrido visual por las paredes de la casa de dos pisos color verde limón.

Mientras se sienta a tomar un café, Ben hace un recorrido visual por las paredes de la casa de dos pisos color verde limón. Está junto a su novia Anna y los dos se quedan encantados con lo colorido de los cuadros que en Huillacuna se exponen.

Esta galería se la encuentra en las calles 12 de Noviembre y Juan Montalvo, en Baños de Agua Santa, en la provincia de Tungurahua. “Huillacuna” es un nombre kiwcha que traducido al español significa “El que anuncia”.

Su dueño, Luis Guevara, es mestizo. Afirma que son más de 30 años que expone el arte local, nacional, intercultural e internacional dentro de su galería.

Al principio “nació como un hobby”, pero ahora se ha abierto al público. Aprovechó su vivienda y la visita de los turistas para dentro de la galería abrir un hostal.

En un espacio de 250 metros cuadrados, Luis cuida sus mayores tesoros. Tiene al menos 200 obras de diferentes pintores, entre ellos Jaime Villa, Wilfrido Acosta y Yajaira Rueda, quienes son baneños.

A su visitante Ben le llaman la atención los diversos y vivos colores de cada uno de los cuadros. El joven, oriundo de Brístol, en Inglaterra, llegó de vacaciones y acudió al lugar que le fue recomendado.

“Quiero llevar recuerdos y aquí me encuentro con cuadros que representan la naturaleza y la belleza de este pueblo muy bonito”, menciona forzando su escaso español.

En la “galería del pueblo”, como se conoce a Huillacuna, se revive la historia. Luis Guevara dice que en el pasaje se observa de todo, incluso los primeros oficios que realizaron los baneños. Tiene cada uno de los accesorios que se utilizaron otrora en los talleres de ebanistería, peluquería y de fotografía.

La galería nació en 1989 con las pinturas del baneño Wilfrido Acosta y después le dio por coleccionar las piezas de los oficios. Por ejemplo, en el taller de peluquería logró conseguir desde los frascos de brillantinas, colonias, navajas y sillas que desde hace 50 años no se utilizaban.

De los primeros fotógrafos logró adquirir el caballo de madera, la cámara de manga y hasta los bancos que utilizaban allá por la época del 45.

Huillacuna está abierto todos los días del año. Recorrerla es regresar al tiempo, a observar las más de 500 piezas de antigüedades de cobre y bronce mientras se relaja al frente de la chimenea y se toma un café. (F)