Maestros piden dar de baja laptops que usan desde 2014
Los equipos no han sido renovados y dejaron de recibir mantenimiento. Ellos los han seguido utilizando, pero si los pierden, deben pagarlos como nuevos.
El equipo refleja a simple vista su vetustez. El logo del Ministerio de Educación está descolorido y el código y nombre del profesor al que le fue entregada son casi ilegibles. Las bisagras se han desgastado y hay que sostener la tapa para que no se caiga. La batería ya no carga y para que la laptop funcione debe estar conectada de manera permanente a una toma de corriente.
Las computadoras portátiles entregadas a los maestros públicos en 2014 por el Ministerio de Educación no han sido renovadas en todo este tiempo. Los profesores, que no abrigan esperanza de que se las renueven, piden que las den de baja del inventario de activos.
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Leer másLa razón es que cada año o cuando se actualiza el inventario, les hacen firmar un acta de entrega-recepción donde, en caso de pérdida o destrucción, se comprometen a reponer el equipo o pagar el mismo valor de cuando estos eran nuevos: esto es, más de 700 dólares.
“No consideran que todos los bienes se deprecian por el tiempo y el uso. No pueden asignarles el mismo valor de hace ocho años”, dice un profesor que muestra su laptop y da su testimonio, pero pide que se omita su nombre.
La pandemia terminó de afectarlas porque con la virtualidad aumentó el tiempo de su uso y la cantidad de contenidos, programas y de aplicaciones que se debían descargar.
En 2014, durante el mandato de Rafael Correa, Educación implementó el programa ‘Comunidad Educativa en Línea’ que, entre otros fines, buscaba que autoridades, profesores y padres de familia accedan a una plataforma digital común. Allí los docentes debían compartir información de sus materias, acceder a herramientas y contenidos para sus clases o subir las calificaciones. Como parte de ello, se entregaron computadoras a 131.181 docentes que tenían carga horaria completa, según informó. Alrededor del 90 % del magisterio.
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Leer másEl programa no continuó como tal, pero sí el uso de las computadoras y de una plataforma común, al menos para las autoridades y profesores.
Según maestros, los equipos dejaron de recibir mantenimiento en el régimen de Lenín Moreno; que en cambio, al igual que ahora el de Guillermo Lasso, les hizo firmar una vez más la entrega-recepción como si estos aún fueran nuevos.
La opción es devolverlos, pero en buen estado físico y de funcionamiento. Lo que, debido al tiempo y uso cotidiano, requiere de una inversión por parte del docente en un bien que no es suyo. Optan por comprarse una propia.
Pero hay quienes lo han hecho, sea por necesidad u obligación. En el primer caso, porque deben subir contenidos, tareas y calificaciones a la plataforma, y a muchos la falta de recursos les dificulta adquirir una nueva. En el segundo, porque cuando se jubilan o cambian de institución, deben devolver la computadora al plantel.
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Leer másAsí lo debió hacer el exprofesor nocturno Jorge Rodríguez. “Tuve que comprar las baterías y pagar para que la vuelvan a hacer funcionar. Y eso que en los últimos años, como se aproximaba mi jubilación, decidí guardarla para evitar que me la roben o se termine de dañar”.
Ha pasado el tiempo y han perdido su valor, pero el maestro debe firmar por 700 dólares y cuando se jubila o se cambia de plantel le piden entregarla como si fuera nueva.
Haciéndose eco de este malestar, el Frente Unionista de Trabajadores de la Educación (FUTE) dirigió en febrero un pedido al Ministerio de Educación para que se diera de baja a estas computadores. Pero la autoridad no tiene previsto hacer eso. Ni tampoco renovarlas.