Manabí y Esmeraldas, víctimas del sabotaje interno del comité
La falta de convocatorias a la mesa para la reconstrucción de las provincias provoca atrasos en las obras. Se exige la fiscalización del dinero asignado
Pronto serán seis años y los manabitas y esmeraldeños continúan sin ver sus provincias reconstruidas. A pesar de los reclamos de las prefecturas involucradas, el comité encargado de liderar el proceso carece de respuestas, posiciones y presencia ante el tema.
El Gobierno reorganiza su prioridad ante el terremoto de 2016
Leer másUna pasividad peligrosa ante la amenaza de perder recursos por el pedido de Finanzas al Gobierno chino para abrir el uso de los fondos del crédito concesional del Eximbank a otros programas que el país pueda requerir, en especial, en vialidad.
El prefecto de Manabí, Leonardo Orlando, ha contado a este Diario su desacuerdo con la intención de Finanzas y hace señalamientos al Comité de Reconstrucción y Reactivación Productiva. “Hemos demandado que las reuniones sean de carácter mensual”, indica Orlando, y explica que desde la posesión del presidente Lasso el comité solo se ha reunido tres veces cuando, como mínimo, debieron ser nueve convocatorias.
Según Orlando, la falta de seguimiento atrasa otros procesos como, por ejemplo, la aprobación del último informe trimestral del 2021 para rendir cuentas ante la Asamblea Nacional. Asimismo, señala que, a partir de la carta de Finanzas, ha pedido transparencia en el saldo de los recursos para la reconstrucción y su respectivo cronograma de ejecución.
En este punto, Orlando explica que también ha solicitado que el comité imponga su postura ante la amenaza del redireccionamiento de los recursos. Sin embargo, señala que aunque el ministro de Obras Públicas (MTOP), Marcelo Cabrera, ha ratificado la asignación del dinero, “hemos pedido que formalmente se haga conocer la posición del comité”.
Por su parte, la prefecta de Esmeraldas, Roberta Zambrano, en entrevista con EXPRESO, indicó que “no estoy conforme (con el comité) porque ya han pasado algunos años y la provincia no ha sido atendida como debería”.
No es político. El asunto es de gestión. En lograr que las obras (de la reconstrucción) se ejecuten.
Asimismo, destaca que cuando tienen proyectos aprobados y no es convocado el comité, “la necesidad sigue aumentando”. Asimismo, indica que hay obras que al momento de realizarlas ya no cuestan lo mismo que en los estudios porque se siguen deteriorando y “hay que estar actualizando el presupuesto”.
El Comité de Reconstrucción exhorta a Finanzas para que ratifique los fondos de Manabí y Esmeraldas
Leer másPara el exministro del MTOP Gabriel Martínez, la falta de constancia en las reuniones denota la poca importancia que se le está dando a la reconstrucción de las provincias. Además, indica que las sesiones deben ser mensuales, según el reglamento del propio comité. La frecuencia es importante “incluso para presionar las unidades ejecutoras y que muestren algún avance en las obras”, puntualiza.
Sin embargo, la prefecta Zambrano va más allá y hace un llamado a que la Contraloría audite las personas, instituciones y empresas que estuvieron a cargo de obras en el cantón Quinindé. “Todavía tienen problemas de agua potable, alcantarillado y otras cosas técnicas”, indica Zambrano, y exige transparencia en los fondos asignados a la mesa de reconstrucción.
Los gobiernos están en deuda. No hay ni reconstrucción ni reactivación económica.
En ese sentido, para el miembro de la Comisión Anticorrupción de Manabí, Julio Villacreses, hace hincapié en que la transparencia es una deuda que arrastra el comité. “Vivimos en la impunidad”, señala Villacreses e indica que la mesa para la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas debería investigar “todo lo que se robaron”.
Además, explica que para “democratizar” el comité y velar por el avance de las obras es necesario que haya una veeduría ciudadana como miembro pleno de la mesa para la reconstrucción.
SESIONES
La mesa para la Reconstrucción y Reactivación Productiva de Manabí y Esmeraldas, en el Gobierno de Lasso, ha tenido dos reuniones ordinarias en 2021 (septiembre y noviembre), una extraordinaria y una ordinaria en 2022 (febrero y marzo). Las sesiones debían ser mensuales.