Manglar, un semillero que mantiene viva la herencia afro esmeraldeña
El objetivo de la agrupación es formar a los niños y adolescentes de los barrios pobres para mantener la cultura
Esmeraldas, una provincia rica en tradiciones y talento artístico, cuenta con un espacio único para el desarrollo y promoción de la cultura local: el Semillero Cultural Manglar.
Su objetivo principal es formar a los niños y adolescentes de los barrios del Valle de San Rafael (Monseñor Leonidas Proaño, 50 Casas, Río Teaone, Tolita 1 y Voluntad de Dios) en expresiones ancestrales de música, teatro, danza y canto, manteniendo vivas las tradiciones de la comunidad.
El Semillero Cultural Manglar es un proceso de formación que mantiene viva la cultura afro del Ecuador, a través de la música y la danza, que apoya a romper ciclos de violencia y pobreza, fortaleciendo los principios ciudadanos de los miembros de la comunidad.
Fundado con la visión de fomentar el talento local y enriquecer la vida cultural de la comunidad, este semillero se ha convertido en un crisol de creatividad que abarca diversas disciplinas artísticas. Desde la danza, la música, la pintura y la poesía, este espacio acoge a artistas de todas las edades, proporcionándoles un ambiente propicio para expresar sus talentos y explorar nuevas formas de manifestación artística.
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Fue creado el 21 de marzo de 2014 en el periférico barrio 50 Casas, ubicado en el sur de Esmeraldas, surgió como una respuesta y una válvula de escape a un sinnúmero de problemas sociales que aquejan a las 250 familias que habitan en este sector, donde las muertes violentas y las drogas forman parte del ‘paisaje’.
El grupo fue fundado por Oswaldo Preciado (54 años) y su esposa Érika Mideros (42 años), después de un profundo análisis y una intensa búsqueda de alternativas para que los jóvenes de este sector y de otras zonas de Esmeraldas cambien su mentalidad.
“La idea fue de ella (de Érika Mideros), creamos una agrupación de música y danza”, recuerda Oswaldo. Y ese fue el punto de partida de este semillero que representa también un compromiso apasionado con la promoción y preservación de la rica herencia cultural de Esmeraldas.
Desde entonces, Érika y Oswaldo trabajan en la transmisión de la herencia e identidad afro. De tener cuatro parejas, pasaron a formar un equipo de más de 60 músicos y bailarines jóvenes y niños, interesados en aprender los ritmos, cantos, bailes y la oralidad de su cultura, en un entorno más cercano como es el barrio. Ellos van por le rescate de la cultura.
La visión de Oswaldo Preciado y su esposa Érika Mideros va más allá de la creación artística, buscan preservar y promover la diversidad cultural y étnica que caracteriza a Esmeraldas. A través de eventos culturales, talleres educativos y actividades participativas, el semillero fomenta el orgullo de la identidad local, celebrando las ricas tradiciones que han definido a la región a lo largo del tiempo.
En definitiva, el Semillero Cultural Manglar es un faro luminoso que ilumina el panorama cultural de Esmeraldas, inspirando a todos a participar y ser parte activa de la riqueza artística que define a esta hermosa región ecuatoriana.
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