María Cecilia Moscoso, evolución constante

Maria Cecilia Moscoso, evolucion constante

En la vida hay quienes buscan superarse a sí mismos cada día, y su máxima conquista es lograrlo sin excusas. Mariace es una de ellas, sorprendiendo a cada paso.

No aparenta los 47 que tiene y llama la atención por donde va. Es guapísima y superchic. Cuencana de nacimiento, podría decirse que es una mujer que rompe esquemas y los enfrenta sin miedo. Empresaria, emprendedora, innovadora, creativa... son algunos de los adjetivos que la han caracterizado a lo largo de su trayectoria. Y no para. Y es que María Cecilia, o Mariace, necesita moverse constantemente para sentir la energía cósmica que a ella se le vino multiplicada y aumentada: “En la vida todo se mueve, hay metas que se alcanzan y así se cierran ciclos, y en mi caso ahora estoy transitando por un camino más individual”.

Realizó un MBA en la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile) y creó hace cinco años una revista de diseño que se está fortaleciendo también en el campo digital, Inhaus, publicación que enfoca diversos temas relacionados con estilos de vida destacados y su permanente recorrido por el mundo, en una búsqueda constante por conocer grandes arquitectos y diseñadores que enriquecen el contenido de la publicación, que es de vanguardia “y crece día a día pues tiene una gran aceptación. También aborda temas de cómo vivir bien y cómo conseguir un estilo de vida armónico integral. Viajamos, conocemos y transmitimos toda esta magia que pasa en el mundo desde nuestra perspectiva, y así hemos formado una comunidad de gente que quiere conocer el concepto de una vida plena”.

María Cecilia está totalmente concentrada en la dirección de su empresa, lo que le permite volar a nivel artístico y creativo, con todo lo que implica un medio como el suyo. La producción es otra de sus pasiones y está asentando lo aprendido en el extranjero en cursos de redes y marketing digital y todo el universo que eso implica en su propia productora, acompañada de un equipo muy profesional.

Luego de llevar una exitosa carrera profesional en Graiman, compañía en la que trabajó por más de 15 años, decidió ir por cuenta propia y afianzar su propia empresa, pero sus logros en el campo profesional marcaron la retina comercial del país, pues, al liderar el área de marketing en la citada empresa, consiguió nada más y nada menos que un ‘top of mind’ del 99 % por varios años consecutivos.

Considera que la marca es un legado, y siente que valió la pena el resultado de tanto esfuerzo y trabajo: “Veo el camino recorrido en Graiman con enorme satisfacción. Allí aprendí, entregué mucho y desarrollé mi potencial como creativa; fueron años de acciones muy importantes que transformaron la marca y la llevaron a otro nivel. Cada campaña se desarrolló con mucha pasión. Un camino importante en mi vida, del que estoy muy agradecida, pues me ha traído hasta donde estoy hoy, y a ser lo que soy”.

Dentro de casa

Empezó a trabajar muy joven y con cuatro hijas pequeñas (entre ellas gemelas). La quinta y última no tardó en llegar, mas no se rindió: “Contra todo pronóstico supe que un hijo no es un obstáculo para desarrollarse en lo profesional o cumplir sueños. Al contrario, ellas se convirtieron en mi motor”.

Se casó con Alfredo Peña, con quien ha formado una hermosa familia, apoyada en una sólida relación que, a pesar de las presiones profesionales o de la vida misma, se ha fortalecido con el tiempo.

Aunque en diferentes áreas, la pareja trabajó en la misma empresa por muchos años y sobrevivieron para contarlo: “La relación con él, le ha dado bastante equilibrio a mi vida, siento que nos complementamos en todos los aspectos. Cree en lo que hago, me ha apoyado siempre, y a pesar de que no fue fácil trabajar juntos, pues la línea en donde se mezcla la familia y el trabajo es muy delgada, hemos sabido resolverlo a largo plazo. Hoy tratamos que el trabajo quede fuera de casa y ha sido la mejor decisión”.

También habla sobre lo que significa consolidar una familia, algo que con uno o veinte hijos tiene que ver con el compromiso de los padres, sus valores y principios: “Nuestras hijas han sido siempre la prioridad, han crecido en un hogar amoroso, y eso las ha ayudado para que se desarrollen como mujeres seguras, fuertes”. Y aunque reconoce que fue difícil sobrellevar la crianza de ellas con trabajos de alta exigencia, expresa que el cariño y respeto lograron superar todo escollo.

Manifiesta que lo más satisfactorio es verlas hoy ya adultas, cuatro graduadas de la universidad, siendo personas independientes, que eligieron sus carreras y han tomado decisiones de manera autónoma, enfrentando la vida con coraje. Ello, dice, es el resultado del ejemplo que han tenido en casa, donde las han impulsado a que sigan sus sueños y crean en sí mismas, no con palabras sino con acciones, teniendo al frente a su madre, una mujer emprendedora y empoderada de su rol, y con su padre siempre apoyándolas y motivándolas. Asegura que trabajar y tener familia al mismo tiempo es posible con equilibrio y responsabilidad.

Vive en Cuenca, pero viaja la mayor parte del año alrededor del mundo, otra de sus pasiones. Considera que, estando en dicha ciudad, la globalización y todos los medios digitales actuales le han permitido estar cerca de todo al mismo tiempo.