María Paula Christiansen reaparece en el caso Isspol

Estados Unidos, tierra de oportunidades. Lo es para María Paula Christiansen, exfuncionaria del Ministerio del Interior, que tras fugar del país, el 1 de noviembre de 2017, se convirtió en una exitosa empresaria, en Florida.

Es dueña de una cadena de Spa y centros de belleza con oficinas en Miami y Quito. Posee otra compañía dedicada al diseño, decoración y remodelación de interiores; tiene una firma para compra de bienes raíces y otra empresa para dar asesoría en inversiones y negocios internacionales.

Esta última, Investment Natural Group LLC, fue creada el 11 de abril del 2018. Figuran como representantes Christiansen y Rommy Vallejo, exsecretario de Inteligencia del correísmo. En total, según el Departamento de Estado de los EE.UU., de 2018 a 2021 ha constituido seis empresas en el estado de La Florida.

Una séptima compañía aparece en Panamá, un paraíso fiscal (ver infografía). Esta la creó en 2014, cuando ejercía como coordinadora general Administrativa del Ministerio del Interior y persona de confianza del entonces ministro José Serrano.

Su nombre no había tomado notoriedad desde 2017, cuando fue alertada para que abandonara el país, pues tenía orden de captura por una investigación por tráfico de influencias.

Cuatro años después reaparece vinculada a la trama de corrupción y desfalco al Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol). Su vínculo con Jorge Chérrez, el principal sospechoso del saqueo de los fondos, fue revelado en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea.

De hecho, fue el exministro Serrano, quien, en comparecencia en esa mesa, confirmó que dos meses después de la fuga de su colaboradora recibió un cheque por casi un cuarto de millón de dólares por parte de Chérrez, hoy prófugo.

En el documento se registra como concepto: Contrato Spa Store /UIO. Un detalle que llama la atención es que el número del cheque es el 0001. Es decir, Chérrez abrió una cuenta y lo primero que hizo fue pagarle a Christiansen.

La noticia llegó a EE.UU. y motivó la reacción de la exfuncionaria, quien desde 2018 se había limitado a retuitear los trinos de Serrano y del expresidente Rafael Correa.

“El cheque es del año 2018 como se puede ver en la fotografía y claramente dice cuál es el asunto del pago, que está enmarcado legalmente en un contrato, apostillado y notariado en EE. UU.”, señala Christiansen en una carta publicada en su red social. Agrega que ella fue la que remitió el documento a las autoridades y que no hay nada ilícito detrás.

No detalla por qué precisamente Chérrez, quien se esfumó con $ 693 millones del Isspol, le dio ese dinero. ¿Cuál era su vínculo? Serrano dijo que su relación con el estructurador financiero era “casual”, que lo conoció en 2016, cuando donó víveres a los damnificados por el terremoto en Manabí.

Lo que sí está claro es que en 2017 Christiansen reportó a la Contraloría General un patrimonio de $11.700, compuesto por dos terrenos en su natal Ibarra. Nunca informó sobre la offshore en Panamá.

Si hoy Christiansen reaparece es también porque las investigaciones en la Fiscalía no prosperaron y se levantó su orden de captura. Para la exservidora pública todo esto es solo una “infame persecución, sin fundamentos”.

• Contraloría.

En 2017, la Contraloría señaló irregularidades en la compra, a dedo, de 150 caballos. El contrato estuvo en manos de Christensen. La conclusión fue que el proceso carecía de estudios para la compra.

• Denuncia.

La fiscal Claudia Romero denunció que recibió amenazas por investigar a Christiansen y una red de coimas por contratos en el Ministerio del Interior.