Marimba y amorfinos alegran a un hospicio
La mujer es infinita, indispensable en la vida. Es todo terreno... No es muñequita de porcelana o póster de belleza. Es luchadora, es sacrificada... Así define a la mujer Edison Vítores Franco, uno de los residentes del hogar Corazón de Jesús, quien l
La mujer es infinita, indispensable en la vida. Es todo terreno... No es muñequita de porcelana o póster de belleza. Es luchadora, es sacrificada... Así define a la mujer Edison Vítores Franco, uno de los residentes del hogar Corazón de Jesús, quien la mañana de ayer ofreció un discurso en honor a las damas en su día.
En el hogar se organizó un programa con el fin de alentar a las residentes del hospicio regido por la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
El evento estuvo cargado de energía y carisma con la participación del grupo de marimba Afro mestizo candente, quien llevó al hospicio alegría con la puesta en escena de bailarines y músicos.
Para iniciar el programa, Jimmy Simisterra, director y fundador del grupo que tiene diez años conformado, explicó de dónde nació el nombre de esta agrupación. Afro, por su ascendencia africana. Mestiza porque reconoce que existe la mezcla con otras razas y culturas, además de dar cabida no solo a negros, sino a todos los que quieran participar, sin importar el color de su piel. Y candente por la energía y la fuerza que ponen en los bailes, indicó.
También habló de los cimarrones, la historia de aquellos negros que estando esclavizados eran maltratados y que huían a las montañas.
Y destacó a la mujer, sobre todo a las afrodescendientes, en todas las luchas emprendidas. La mujer, quien es la que da vida, se llena de paciencia, de amor, y de energía.
Con estas palabras inició el show musical. Los toques a la marimba, que hizo Douglas Simisterra, de 22 años, dieron la pauta para las bailarinas y sus acompañantes quienes se tomaron la tarima.
La presentación inició con los temas ‘Trapiche’, ‘Currulao’ y continuó con ‘La niña’, que incluyó además un show de teatro en que se enfatizó el acto de parir, de dar vida y de la niña que nació, que continúa con sus costumbres, para “no dejar morir sus raíces”, dijo Simisterra.
El acto que generó más risas y aplausos fue el tema ‘Las caderonas’, un musical que también incluyó un show cómico. Los “compadres” buscaban a “la tan mentada caderona” que se encontraba entre el público, y que con sus movimientos y contoneos era capaz de enamorar a los hombres.
En esa tónica, los muchachos buscaron entre el público. Albertina Rodríguez, una de las residentes del hogar, fue “confundida” con el personaje de grandes caderas, al igual que Melva Palma, situación que provocó risas entre los asistentes. Al final, el baile se intercaló con amorfinos y movimientos de cadera de las bailarinas invitadas. (F)