Mario Jabonero: "La crisis educativa es por el cambio de objetivos"

Mario Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), dialogó con EXPRESO sobre la labor que desde hace 18 años desarrolla la organización en el Ecuador.

- Durante los 18 años que lleva la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en Ecuador, ¿cuáles son los hitos que la organización ha marcado y en qué ámbitos ha trabajado en el país?

- El trabajo con el Ministerio de Educación para la actualización del currículum académico y formación de docentes. En cultura, por ejemplo, apoyamos la creación de la Orquesta Juvenil de Ecuador.

- ¿Con qué proyecto la OEI siente que cambió la vida de los jóvenes del país?

- Aquí en Ecuador podemos destacar el proyecto que trabajamos en Quito para la democratización de la cultura y el acceso de toda la comunidad. Otro puede ser la provisión de recursos didácticos en los centros educativos y la reforma del currículum educativo. Estos son ejemplos muy interesantes de lo que hemos hecho en Ecuador.

- Sobre el aporte para la actualización del currículum educativo, ¿cómo avanza Ecuador hacia la innovación en este campo dentro del contexto de crisis que se vive?

- La crisis de la educación en América Latina tiene que ver con el cambio de un objetivo a otro. Había un solo objetivo, que era escolarizar a todos los niños de Latinoamérica, y lo hemos alcanzado. Ahora tenemos un problema de calidad y estamos trabajando en factores de calidad, que haya mejor educación para todos. No es fácil porque los objetivos cuantitativos se solucionan con mayor inversión, pero los cualitativos hay que trabajarlo con la comunidad, la formación de los docentes y la transformación digital de la escuela.

- ¿Hacia dónde apunta la OEI con su trabajo en Ecuador y cuáles son los objetivos a corto, mediano y largo plazo?

- Todo aquello que Ecuador requiere de la OEI. La organización no es un órgano que viene de fuera a plantear cosas, sino que toda la agenda surge del país. Tenemos tres objetivos que los pondría de manifiesto: la transformación digital, la educación en ciudadanía y democracia, y la igualdad de oportunidades entre chicos y chicas. Estamos trabajando en estos temas con acercamiento con el Ministerio.

- ¿Ecuador está trabajando en temas de integración e igualdad de oportunidades en el ámbito educativo para hombres y mujeres?

- Sí, estamos trabajando en estos temas. La ministra está muy interesada en el tema digital. Encima del currículum hemos planteado un proyecto en educación ciudadana, financiera y solidaria. Y con el ámbito de cultura estamos con una participación muy activa, dado que Ecuador tiene una riqueza cultural muy importante y variada.

- ¿Cuál es el papel de la OEI dentro de la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno?

- La OEI es más antigua que las cumbres. Las cumbres empiezan en 1991 en México y la OEI siempre ha trabajado en torno a los objetivos de la Cumbre. Somos entidades diferentes, pero la agenda de desarrollo de la región es la que compartimos la Cumbre, la OEI, la Unesco, el PNUD, Unicef. Es una tarea que implica a muchos, pero principalmente de los gobiernos. Nuestra presencia tiene que ver con ese factor. Nuestros programas son aprobados por los gobiernos. La semana pasada los gobiernos de 96 países nos aprobaron el presupuesto 2025-2026, que es lo que financia todos los proyectos.

- ¿El objetivo de la OEI está ligado a recordar que el desarrollo de la humanidad debe ser sostenible e inclusivo?

- Le voy a poner un ejemplo histórico: la OEI se creó después de la II Guerra Mundial, después de una barbarie que vivió el mundo con la conciencia de que esto no debe volver a pasar. Hay que sembrar en la conciencia de los hombres la cultura de la paz a través de la educación, de la cultura y la ciencia. Este es el argumento. La base de la convivencia de la región y del mundo está en la creación de una ciudadanía basada en la educación, la cultura y la ciencia. Lo otro es importante, pero si no hay lo primero, no tiene sentido. Hay que sembrar en la conciencia la cultura de la paz a través de la educación, de la cultura y la ciencia.

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