Marta Luisa de Noruega, la aristocrata enamorada de un lider espiritual
La época en que los príncipes se casaban con gente de una clase inferior (plebeya) quedó en el pasado al igual que las bodas pomposas (salvo excepciones como las de Gran Bretaña).
Marta Luisa de Noruega vive un romance con Durek Verret. La princesa da cuenta, a través de Instagram, de su relación con el chamán, a quien le dedica una empalagosa frase que acompaña a una foto de los dos: “Cuando encuentras a tu alma gemela, lo sabes. Y yo he tenido la suerte de haber conocido la mía... Me ha hecho darme cuenta de que el amor incondicional existe en este planeta... Me siento feliz y bendecida porque es mi novio”, afirma la hija del rey Harald.
Esta señora se casó con el escritor Ari Behn, quien publicó el año pasado un libro narrando el infierno que vivió con ella. Se divorciaron en 2016 y procrearon a Maud Angelica (16 años), Leah Isadora (12) y Emma Tallulah (11).
El pasado quedó atrás y la princesa de 47 años ahora ha oficializado su relación junto a este guía espiritual con quien además trabaja. Y advierte a sus detractores: “No elijo a mi hombre para satisfacer a ninguno de ustedes”.
Si usted busca al nuevo yerno del rey de Noruega en sus redes sociales, encontrará bajo su nombre (Shaman Durek) esta definición: “Innovador evolutivo, líder del empoderamiento femenino y activista de los derechos humanos”.
Su historia dice que sufrió un problema de salud que le hizo estar clínicamente muerto a los 30 años. Tras superar esta adversidad, comenzó una carrera espiritual que lo erigió como un líder al que siguen muchas personas.
Una de ellas es la actriz Gwyneth Paltrow. Es precisamente a través de ella que Marta Luisa conoció a quien hoy es el amor de su vida. Ahora los dos dan conferencias cuyos ciclos llevan por nombre ‘La princesa y el chamán’. Si usted quiere seguirlos puede tomar un vuelo y engancharse con sus charlas que se imparten a lo largo y ancho de Europa.
Ya en el pasado, la aristócrata mostró que era una mujer singular pues aseguraba que hablaba con los ángeles. Su cuñada, la princesa heredera Mette Marit, confirma sus poderes: “Tiene unas manos muy cálidas. Muchas personas tienen las manos cálidas y buenas, pero ella tiene un pequeño sol en las suyas”, dijo en cierta ocasión.