Marte 10 anos de la nave espacial que resucito
Cuando hablamos de sondas y robots en el espacio, la mayoría recuerda al rover Curiosity, incluso hay quienes piensan en el Opportunity o la Viking. Sin embargo, hay un auténtico héroe robótico que se lleva todos los créditos en esta aventura espacial
Cuando hablamos de sondas y robots en el espacio, la mayoría recuerda al rover Curiosity, incluso hay quienes piensan en el Opportunity o la Viking. Sin embargo, hay un auténtico héroe robótico que se lleva todos los créditos en esta aventura espacial y es muy poco reconocido, su nombre es: Mars Reconnaissance Orbiter (MRO).
Esta nave ha sido pionera en la exploración del planeta rojo y este mes ha celebrado sus diez años desde que se puso en su órbita.
Tal y como lo anuncian orgullosamente desde la Agencia Espacial Estadounidense, la MRO transmite cada semana, ella sola, más información que las otras seis misiones activas en Marte juntas.
La data sensible que envía ha permitido entender la dinámica del planeta, todavía activa. También ha abierto la puerta a su pasado, para así comprender lo que ocurrió milenios atrás sobre su superficie.
Uno de los últimos descubrimientos y que quizás lo conserve en sus recuerdos: la posibilidad de que exista agua estacional en algunos puntos de Marte. Esto supone un antes y un después en lo que se sabe sobre el planeta y también sobre la vida extraterrestre.
¿A qué se debe su brillante desempeño? La Mars Reconnaissance Orbiter cuenta con una destacada instrumentación, que incluye una cámara con resolución telescópica para encontrar detalles minúsculos desde el espacio; una capacidad inusual de autonomía que le permite monitorizar y diferenciar los cambios estacionales del planeta sin problema; y una cámara de espectroscopía que consigue trazar un mapa de la composición superficial del planeta. También identificar estructuras geológicas y el tipo de clima que se desenvuelve en toda la superficie.
Papel crucial
Uno de sus papeles cruciales es apoyar desde el cielo el trabajo de los robots de superficie. Así, por ejemplo, el equipo en la Tierra puede dirigir al Opportunity en su recorrido por el área marciana.
Los datos de la sonda son imprescindibles para planear las misiones de todos los robots en superficie, de manera que se puedan enfocar los esfuerzos a las zonas más interesantes. Su presencia anticipa además los eventos que podrían estropear la misión.
En estos diez años, la MRO ha dado más de 45.000 vueltas al planeta fotografiándolo con un detalle que solo han alcanzado los programas de observación de la Tierra. Se ha topado con barrancos, montañas e incluso dunas en movimiento y cráteres que muestran un mundo más activo de lo previsto, sin problema. Seguro que será una gran anfitriona para la primera misión tripulada que se envíe a aquel planeta.