Martín Caparrós: "La izquierda no hace política según su ideología"
Escritor y periodista argentino. Ganador del premio Rey de España, entre otros. Maestro de la Fundación Gabo desde 2001 y miembro de su Consejo Rector desde 2013.
Sentado junto a la ventana de una cafetería, el escritor y periodista Martín Caparrós atiende a EXPRESO para conversar sobre la posición de la región en los conflictos mundiales, la polarización y vigencia de las ideologías, el rol de los partidos políticos y el estado de la democracia.
- Nuestra región está afectada por los conflictos extranjeros como la invasión rusa en Ucrania o la pugna entre Estados Unidos y China, ¿qué posición le queda a Latinoamérica?
- Somos insignificantes en el concierto de las naciones. Ni militar ni económicamente son necesarios los ‘patios traseros’. Sin embargo, ahora están reinteresándose en nuestros países -en el caso de Estados Unidos- porque no creían que China pudiera ser una amenaza.
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Leer más- Aprovechar ese interés depende de nuestros gobernantes...
- Sí, ojalá ellos puedan sacar provecho de que otra vez somos un poco apetecibles, pero no podemos rendirnos ante el primero que venga. Tienen que pensar esas alianzas en que favorezca a cada uno de nuestros países porque tampoco es que mueran por nosotros.
- Hablar de estas potencias trae a colación la discusión de la derecha y la izquierda. ¿Esta polaridad aún le interesa a la gente o la línea cada vez es más tenue?
- Sí hay políticas de derecha y de izquierda. Lo que pasa es que la izquierda no está haciendo políticas acorde a su ideología y eso lo usa la derecha nueva para burlarse y aprovecharse de ese espacio. Además, se ha empezado a creer que ser de izquierda también consiste en ser feminista, ambientalista, etc. Pero a la gente lo que le importa es cómo va a llegar a fin de mes, no que le cuenten del cambio climático.
Somos insignificantes en el concierto de naciones. La amenaza de China ha hecho que se interesen en nosotros, pero hay que pensar en las alianzas.
- Los partidos políticos de a poco se han ido sumando a estas corrientes para sumar adeptos, ¿Eso los ha hecho perder también su línea?
- El problema es preguntarse si hay partidos que legítimamente puedan llamarse de izquierda o de derecha y que estén haciendo políticas acorde a su ideología, pero yo veo muy pocos. Para que los haya, habría que producir ciertos cambios, pero no lo hacen porque tampoco hay una masa crítica de personas que los ponga en marcha.
- Uno de los pecados de nuestro sistema de partidos es la corrupción, ¿eso tiene ideología?
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Leer más- Yo he escrito sobre corrupción y cómo ocupa un espacio en la política de nuestros países. Se dice que no es de izquierda ni de derecha, pero la corrupción es una ideología por sí sola y consiste en conseguir el dinero -como sea- para comprarse bienes de lujos y poner por delante tu bienestar sobre las cosas de las personas.
- También estamos viviendo una nueva ola del progresismo en la región. ¿Cómo se perfila?
- Hay una diferencia entre estos gobiernos con los de los años 2000. En aquella época, los líderes venían de viejas estructuras como el ejército, el sindicalismo, etc. Pero, ahora, hay líderes de izquierda -como Gabriel Boric- que se forman en la pelea, en los levantamientos (como el de Santiago de Chile en 2019). Esto permite pensar que el resultado pueda ser distinto.
(Las organizaciones políticas) dicen que la corrupción no es de izquierda ni de derecha, pero sí es una ideología por sí sola que relega al resto.
- ¿Qué camuflaje usan para mantenerse vigentes y despegarse del recuerdo de líderes como Correa, Morales o Chávez?
- Esta nueva ola ha dejado la idea de que los pueblos no pueden sobrevivir sin el señor y la señora que estaba gobernando. Si les va bien -que es muy difícil- puede que alcancen de lejos un modelo socialdemócrata como los europeos. Espero hayan aprendido la lección de que eso no les rindió frutos.
- En la región se discute la posibilidad de replicar el modelo de Nayib Bukele y su combate al crimen organizado. Con las críticas que ha tenido, ¿es algo viable para el resto de países?
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Leer más- El periodismo en El Salvador señala que no hay un enfrentamiento, sino un pacto. No es lo mismo y no tiene las mismas consecuencias. Es muy peligroso jugar con esas ideas, pero al mismo tiempo es limitarse a pensar en las consecuencias y no las causas. La verdadera solución es a largo plazo.
- ¿Y Bukele es, tal vez, un prototipo del nuevo político para la región?
- El anuncio de él de volver a presentarse como candidato a la presidencia pese a que no es constitucional, me hizo preguntar cosas. Unas no muy amables. Pero te hace reflexionar sobre la democracia. Se supone que es el de la mayoría, pero estas mayorías también han hecho desastres. Es un lío. A mí me plantea un problema eso.
“Los conflictos de Nicaragua e Irán son opuestos. Ortega no se detiene ni con la Iglesia. Mientras que los regímenes de Medio Oriente se basan en la institución religiosa y su imposición para el control”.
- Estas reflexiones nos llevan a pensar que la democracia está en crisis, ¿no sabemos qué seguir o elegir?
- Sí, mucha gente vota sin hacer el mínimo esfuerzo de entender lo que está votando. Además, mucha gente no vota. Eso es algo que sorprende en países donde se hace un cómputo de la mayoría. Pero en buena parte de nuestros países los que votan y eligen el futuro ni siquiera son mayoría.
- ¿Y qué soluciones se puede plantear ante la crisis?
La consulta popular es un paliativo a la crisis de partidos políticos
Leer más- En algún momento jugué con la idea de la calificación del voto. Consiste en que, cuando uno va a votar, tiene que contestar 10 preguntas y si no contestaste cierta cantidad de preguntas de manera correcta, entonces tu voto no es válido porque no te has tomado el trabajo de saber qué estás votando. En última instancia es que a cada ciudadano le den dinero, sacar un poco de tiempo al trabajo y enterarse de qué va a votar. No es lo más popular, pero serviría para que el voto signifique algo para nuestras democracias venidas a menos.