La mascarilla, una medida que se resiste al abandono
Algunas personas creen que es muy pronto. Otras consideran que ya era tiempo de hacerlo. Los expertos recomiendan que se haga con excepciones
El uso de la mascarilla es una decisión que las personas ya tomaron de forma autónoma. A pesar de que el contagio aún preocupa, hay ciudadanos que consideran que el virus es inevitable y que es mejor aprender a convivir con la enfermedad. Por otro lado, también hay quienes creen que no es el momento de dejar de usarlas y que se corre el riesgo de tener un repunte de casos de COVID-19.
Por su parte, el Ministerio de Salud Pública (MSP), en su último informe epidemiológico del 9 de marzo pasado, señala que las cifras de contagios van a la baja y no habría repunte.
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Leer másPara el ciudadano Luis Orellana, esto no es suficiente. “Eso es imposible todavía”, opina y explica que habría que continuar con el uso obligatorio porque todavía no han pasado los días necesarios desde el feriado de carnaval para tomar esa medida. Asimismo, señala que habrá que esperar a los días de asueto por Semana Santa.
Sin embargo, hace hincapié en que el Ministerio de Salud Pública es el ente que debe garantizar a los ecuatorianos que dejar de usar la mascarilla es seguro. “Nosotros estamos para acatar esas órdenes”, puntualiza.
En ese sentido, la ministra de Salud, Ximena Garzón, señaló que, aunque los datos preliminares son positivos, esperarán 15 días más. Sin embargo, adelantó su criterio sobre liberar ciertas restricciones de bioseguridad, como el uso obligatorio de mascarilla en espacios abiertos.
Está bien que ya no sea obligatorio. (El coronavirus) Se va a quedar con nosotros. Creo que a todos nos dio. Si no la dejamos de usar (la mascarilla), ya será por costumbre.
“Ya era hora”, considera la ciudadana María Pezo, quien añade que habrá que convivir con el virus. Asimismo, señala que el uso de la mascarilla se ha convertido en una costumbre. “Los ancianos son los que más fuertes se han hecho”, comenta María y señala que “tendrán que irse los que tengan que irse”.
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Leer másPor otro lado, para Evelyn Argüello, infectóloga del Hospital Teodoro Maldonado Carbo, “es viable quitar la mascarilla en espacios abiertos”. Esto, según ella, se debe a que el país tiene un alto porcentaje de la población vacunada. Según el vacunómetro, hasta el 15 de marzo de 2022 hubo más de 13 millones de ecuatorianos con el esquema completo de vacunación y cerca de 5 millones con la dosis de refuerzo.
Por otro lado, Argüello señala que sí existe la posibilidad de que haya un repunte de contagios, pero que no sería tan grave y “no va a ser por quitar las mascarillas”.
Va a depender. Aún hay que cuidar de las personas mayores que son vulnerables. Tal vez se podría iniciar con los jóvenes, pero todavía no sabemos mucho de la enfermedad.
Por otro lado, hace hincapié en que el riesgo sería para las personas con inmunodepresión y las no vacunadas. En ese sentido, lo ideal sería que la medida tenga excepciones.
Ibeth Espinoza, hija de un fallecido por COVID-19, coincide con la infectóloga Argüello y menciona que aún hay que considerar la vulnerabilidad de los adultos mayores. “Dicen que vamos mejorando, pero a mi papá le dijeron lo mismo y luego me llamaron para decirme que había fallecido”.
Argüello hace hincapié en que a pesar de que se deje de usar mascarillas, se deberá continuar con la limpieza de manos, el distanciamiento y el autoaislamiento en caso de síntomas de COVID-19.