Las medicinas para las enfermedades mentales: más caras y escasas
El costo de un tratamiento puede oscilar entre los $ 120 y $ 300 mensuales. Las farmacias locales no tienen algunos productos
Los medicamentos para las afecciones de la salud mental son, en promedio, más caros que los utilizados para males físicos comunes. Su costo está al nivel de las enfermedades catastróficas. Y también, al igual que ocurre en otros casos, es común que ciertos productos resulten más económicos de conseguir en los países vecinos.
En ello coinciden profesionales consultados por este Diario, quienes además señalan que en el sector público las medicinas para tratar a estos pacientes son limitadas en número, si se considera la cantidad y variedad que hay en el mercado.
Un sondeo de precios de un grupo de fármacos frecuentemente utilizados para tratar cuadros de ansiedad, depresión e incluso trastornos como esquizofrenia o bipolaridad, efectuado por este Diario en dos conocidas cadenas de farmacias, evidencia el costo que representa el tratamiento de estos males. Y la escasez de algunos de ellos.
“Son caros. Estamos hablando de que en muchos de estos casos, una sola tableta cuesta un poco más de un dólar. No voy a decir marcas, pero por ejemplo la quetiapina, que es utilizada mucho en psiquiatría, en el mercado cuesta más de un dólar. Y una caja de 30 tabletas para un mes vale como 40 dólares”, expresa el médico psiquiatra Aldo Rimassa Naranjo, doctor del Hospital de la Salud Mental.
Agrega que usualmente los tratamientos comprenden entre dos y tres fármacos a la vez, por lo que el costo mensual para un paciente sería de al menos 120 dólares, o hasta de 250 o 300 dólares según los medicamentos. Eso se vuelve oneroso y, en otros casos, imposible de solventar para las familias de escasos recursos económicos.
En ello coincide Paola Escobar Massuh, doctora y especialista en Psiquiatría y Salud Mental. “Hablamos de tratamientos de mínimo un año en el mejor de los casos. Entonces eso hace que aumenten los costos, que se haga más caro y menos asequible en ese sentido para el paciente, porque para que el tratamiento tenga éxito debe ser continuo”.
La también magíster en Gerencia Hospitalaria aclara que si bien el sector público incluye la atención a estos pacientes y la entrega de medicinas, en la práctica son limitados los nombres que constan en el cuadro básico de medicinas para estos males. Y en ocasiones no hay.
Entonces, a los pacientes les toca tratar de adquirirlos por su cuenta en farmacias privadas, o en el exterior si les es factible.
Rimassa concuerda en que es muy reducido el número de medicamentos para enfermedades mentales en el cuadro básico que utiliza el sector público. Y también en que en el mercado local y en otros países es posible conseguir ya otros fármacos actualizados que resultan más efectivos o que causan menos efectos adversos al paciente.
Para que estos puedan ser adquiridos por los hospitales públicos y entregados a los pacientes, es necesario que las autoridades de salud revisen el citado cuadro básico y los incorporen.
Los dos especialistas ven esto como algo necesario, considerando que la pandemia y ahora la situación de violencia que vive el país han elevado las afecciones de salud mental entre la población y, con ello, la demanda de atención médica.
No puedo afirmar si los medicamentos son más caros aquí que en otro país, pero sé que algunos pacientes míos van a Perú porque los consiguen más baratos.
- La autoridad reporta 608.913 atenciones en salud mental en primer semestre
En respuesta a una solicitud de este Diario, el Ministerio de Salud Pública ofreció una entrevista con un funcionario para tratar el tema de los medicamentos para las afecciones de la salud mental utilizados en el sector público, la cual está pendiente.
En un comunicado del miércoles 16 de agosto, la cartera de Estado informó que en el primer semestre de 2023 hubo 608.913 atenciones en salud mental por diferentes diagnósticos. “Los más comunes fueron por trastornos neuróticos, secundarios a situaciones estresantes, trastorno del desarrollo psicológico y epilepsia”.
Si se registra una cantidad similar en el segundo semestre, habrá otro aumento anual de 200.000 pacientes desde 2021, tras la pandemia. Ese año fueron atendidos 862.600 pacientes, cantidad que en 2022 subió a 1’099.703.
En 2023 han sido contratados 179 nuevos profesionales de la salud mental, psicólogos y psiquiatras, para fortalecer estos servicios en todo el territorio nacional, aseguró la entidad en el comunicado.
En materia de prevención de suicidios, en lo que va de 2023 Salud dice haber brindado 4.893 atenciones por lesiones autoinfligidas. Durante 2022 se registraron 3.542 consultas a jóvenes sobre el tema del suicidio.
Además, en establecimientos del ministerio fueron capacitadas 9.332 personas de diferentes zonas y distritos en atención a hombres y mujeres con intención y/o intentos suicidas.
El psiquiatra de manera privada tiene más libertad de poder prescribir esquemas mucho más modernos, más actuales, con menos efectos secundarios.
