Médicos apoyan la vacunación a niños de 5 a 11 años y agregan recomendaciones
Ecuador inmunizará a este grupo desde el 15 de octubre. Los doctores lo justifican por la variante delta y la inmunidad colectiva.
La vacunación de los infantes deja de ser una posibilidad lejana o algo optativo y se vuelve una necesidad. La presencia de la variante delta del virus causante de la COVID-19 ha elevado el índice de contagios entre los niños en países con alto porcentaje de adultos vacunados. Además, incluirlos es clave para alcanzar la ‘inmunidad colectiva’, esto es, tener al menos el 85 % de la población total inmunizada.
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Leer másA pesar de que aún no abunda la evidencia científica, la alta capacidad de contagio de la variante delta, inclina el criterio de los médicos y autoridades locales de Salud. Por ello, junto al respaldo a esa decisión, también agregan algunas recomendaciones.
La pediatra especializada en Infectología Infantil, Carola Cedillo, explica que las sociedades científicas -tanto de Pediatría como de Inmunización- todavía no han podido consensuar un criterio sobre la vacunación de los menores de doce años.
“Algunos países han empezado a hacerlo antes que otros bajo argumentos que justificarían esta acción: se conoce que en poblaciones con baja cobertura de vacunación y con la variante delta como predominante, los niños han tenido una elevación de casos y hospitalizaciones hasta cuatro veces más que las poblaciones con buen alcance de la vacunación”, expresa la especialista.
millón de niños
tienen entre 5 y 11 años de edad en el país, estima el Ministerio de Salud.
A Cedillo le preocupa que haya “debilidades de la cadena de frío y un sistema de farmacovigilancia poco fortalecido”. Pero ya de cara al proceso, consideraría preferible “una tecnología ampliamente utilizada y conocida para Pediatría como son las vacunas de virus inactivado (como la de Sinovac).
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Leer másEl Ministerio de Salud ha anunciado que utilizará dos fármacos: para los niños de 5 años, el de Pfizer; y para los de 6 a 11 años, dos dosis de Sinovac, con intervalo de 28 días. La entidad ha indicado que la decisión se tomó tras analizar la evidencia científica disponible y el caso de Chile, que ya está vacunando a los niños.
“Me parece una decisión acertada, a la luz de la evidencia científica, que demuestra la seguridad y efectividad de las vacunas”, dice el PhD en Salud Pública, Daniel Simancas.
De todos modos, advierte de que hay que estar atentos e implementar un sistema de vigilancia de posibles reacciones adversas para actuar inmediatamente si estas se presentan.
“Pero definitivamente necesitamos vacunar a la mayor cantidad de población para alcanzar la inmunidad comunitaria. Y, sobre todo, porque nuestros niños son vulnerables al virus en estos momentos y debemos protegerlos”, agrega el médico epidemiólogo.
Pfizer y BioNTech dijeron este jueves que están solicitando la autorización de uso de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. para su vacuna contra el covid-19 para niños de 5 a 11 años. ¿Vacunarías a tu hijo? https://t.co/8ppZGCAU2a
— CNN en Español (@CNNEE) October 7, 2021
LA RECOMENDACIÓN: UNA CAMPAÑA INFORMATIVA PREVIA
Si la vacunación a los adultos ha tenido resistencia de un porcentaje de la población, por prejuicios o desinformación, es posible que a ello se sume el natural temor de los padres a que sus hijos corran riesgo. Por ello, el doctor (PhD) en Salud Pública, Daniel Simancas, ve necesaria una campaña informativa previa, dirigida a padres, educadores y a los infantes, sobre los beneficios de la vacunación.
“Lo ideal es apoyarse con los colegios, profesores, psicólogos. Que haya información sobre los beneficios, los contagios y decesos que se están presentando en el mundo, incluso el llamado COVID largo, que también afecta a los niños”, expresa.
“Lo que sí sabemos es que las vacunas funcionan y protegen a los niños. Es posible que haya efectos adversos, son raros, pero si se llegan a presentar son fáciles de resolver, sin consecuencias a largo plazo”, añade.
La también médica y máster en Epidemiología, Andrea Gómez, coincide y acota que, al menos en los países que ya están vacunando a ese grupo, como Chile y Uruguay, no hay casos de efectos secundarios graves.