Una mensualidad para ser abandonado a su suerte

Marcos Moncada tiene cirrosis y cáncer al hígado y, además, insuficiencia renal crónica, pero para atender la primera enfermedad son imprescindibles para su vida las hemodiálisis y así mejorar su pronóstico. Pero en el hospital Los Ceibos, del Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social (IESS), desde hace siete meses no se cuenta con insumos ni medicamentos para ese tratamiento, situación que pone contra la espada y la pared a él y a su familia.

“Tengo mucho dolor, malestar, cansancio; tengo que comprar esparadrapo, la heparina, hasta complejo B, hierro, no hay nada y tampoco les interesa atendernos por más que tengamos una situación crítica”.

Él tiene que ir los martes, jueves y sábados, su periplo inicia desde las 04:30 y toma un taxi desde la parroquia Pascuales y entra al área correspondiente para ver que no más hace falta para su diálisis, luego manda a comprar a su esposa y a más tardar a las 07:00 empiezan con el tratamiento.

El paciente agrega que las medicinas en las farmacias cercanas son más caras de lo habitual, “se aprovechan de la necesidad de uno”, cuestiona y dice que para no ir hasta las farmacias hay ciudadanos que han encontrado un nicho de mercado, pues venden fármacos ahí mismo, pero que también cuestan entre $1 y $3 más del valor asignado. “Hay reventa hasta en las medicinas, mire todo lo que se genera”, reflexiona el hombre que necesita una silla de ruedas para movilizarse por su debilidad.

La diálisis demora 3 horas o más dependiendo del retiro del excedente de sal, agua y productos de desecho que se tienen en el cuerpo para que no se acumulen en el organismo. Por lo general a partir de las 13:00 ya está libre y lo siguiente es buscar comida en los alrededores y esperar un poco para retomar fuerzas y embarcarse en un taxi de regreso a su casa. Para las 17:00 ya está en su domicilio.

EXPRESO solicitó una entrevista con el encargado del tema en abastecimiento de medicamentos e incluso un recorrido por el área de hemodiálisis para constatar la dotación de insumos y hasta el cierre de esta edición no dio respuesta al requerimiento.

El pedido de este periódico se fundamenta, además, porque la semana anterior el presidente del IESS, Alfredo Ortega, dijo en una visita realizada a Guayaquil que se “ha incrementado la dotación de medicinas en los hospitales” y destacó que el hospital de Los Ceibos contará con casi todas sus medicinas el próximo mes, lo que significa en noviembre.

Esto sin contar que el plan de entrega de medicinas aún no está listo y fue prometido que en agosto arrancaría el proceso y que paulatinamente se iba a agregar a las casas de salud del IESS.

Moncada pertenece a la afiliación voluntaria, paga $80 mensuales y la precaria situación de los hospitales del IESS empobrece más su calidad de vida porque no tiene las fuerzas para trabajar y su esposa tampoco puede hacerlo porque vive para cuidarlo a él. Ambos están próximos a cumplir 60 años y a pesar de que ninguno de los dos trabajan “hacen maromas” para conseguir el dinero a través de “cachuelos”.

Sin embargo, se aflige porque su esfuerzo debe multiplicarse para presupuestar las medicinas e insumos que deben existir porque paga su jubilación puntual cada mes.

“Mire son $247 que debo poner adicionalmente a lo que consigo para la aportación, ¿cree usted que es justo? Uno no puede estar pasando esto para tratar de estar vivo”, lamenta indignado mientras espera que el guardia de seguridad lo llame para que pueda pasar para una atención ambulatoria porque se le estaba inflamando su barriga.

Cuando un paciente renal supera las 72 horas sin terapia de diálisis, o dos sesiones seguidas, entra en emergencia dialítica y tiene riesgo de muerte. Por esta razón, Moncada ha implorado en cuatro ocasiones que se le otorgue la jubilación, pero se la han negado por “cualquier pretexto”. “El 20 tengo que presentarme de nuevo con los documentos para ver si al fin consigo jubilarme y no estar viendo de dónde saco dinero para sobrevivir”.

Según la Sociedad de Nefrología, en Ecuador, 19.400 pacientes se realizan diálisis. El 95% de ellos recibe hemodiálisis; es decir que debe desplazarse tres veces por semana a un centro de diálisis.

LOS ESCENARIOS

• Desabastecimiento

Un estudio de la Universidad Técnica de Manabí concluyó que entre las causas del desabastecimiento de medicamentos estaban las fallas en la cadena de distribución, almacenamiento y manejo, problemas con proveedores, la demanda en aumento de medicinas, las políticas de compras, falta de planificación en compras, el sobreprecio, entre otros factores.

• Un plan a medias

El presidente de la República, Guillermo Lasso, oficializó mediante el Decreto 378 de 2022 la externalización de las farmacias, este plan consiste en que los pacientes que acuden a la consulta externa reciben las indicaciones de sus medicamentos a través de una receta electrónica. Y en agosto se tenía planificado el inicio de la medida, pero aún no se completa.