Familia. Los Hadi Hussein en el centro islámico que los acogió en Bogotá.

Es Miami : la odisea de una familia de Irak en Colombia

Cuando los Hadi se bajaron del barco pensaron que cumplían el sueño de dejar su natal Irak, devastado por la guerra, para iniciar una vida nueva en Estados Unidos, pero tras un tortuoso viaje desde Turquía, comprobaron que estaban en Colombia.

Cuando los Hadi se bajaron del barco pensaron que cumplían el sueño de dejar su natal Irak, devastado por la guerra, para iniciar una vida nueva en Estados Unidos, pero tras un tortuoso viaje desde Turquía, comprobaron que estaban en Colombia.

Tras navegar dos meses y 10 días creyendo que iban a Norteamérica, esta familia oriunda de Eazizia, en las afueras de Bagdad, cambió el buque por un bus, guiada por el mismo coyote iraquí que les había cobrado $ 30.000 por trasladarlos.

“¿Esto es EE. UU.? ¿Es Miami?”, preguntaron al día siguiente en la recepción del humilde hostal donde los habían dejado. “No”, les contestaron. “Esto es Colombia, es Cali”.

Para entonces, “estábamos buscando al hombre, y el hombre desapareció”, cuenta Malak Hadi, una joven de 22 años, en un inglés precario, un año y medio después de haber desembarcado con su padre, su madre, su hermano y su hermana en Buenaventura.

“Ellos tomaron los teléfonos, tomaron los pasaportes, tomaron el dinero que teníamos... tomaron todo”, evoca Malak.

Días después, sin dinero y con hambre, optaron por ir a Medellín y en una parada de bus el padre halló una persona que hablaba árabe y que los contactó con la Casa Cultural Islámica Ahlul Bayt, en Bogotá, que finalmente los acogió.