
Microalgas ecuatorianas, una esperanza verde para tratar aguas residuales porcinas
Cuatro especies de microalgas ecuatorianas demostraron alta eficacia en la remoción de compuestos contaminantes
Desde los laboratorios de la Universidad de Las Américas (UDLA) en Ecuador surge una alternativa ambientalmente responsable y con enorme potencial social: el tratamiento de aguas residuales porcinas a través de microalgas nativas. Este proyecto, que inició como una iniciativa de vinculación con la comunidad, ha escalado hasta convertirse en una investigación científica publicada en la revista Biotechnology Reports (Elsevier, Q1), una de las más reconocidas en el ámbito biotecnológico.
Resultados de laboratorio: Microalgas efectivas
La investigación, liderada por el docente Wilson Tapia junto con Pablo Castillejo y Karla Flore Zambrano, identificó cuatro especies de microalgas nativas con alta capacidad para remover compuestos nitrogenados en condiciones extremas: Radiococcus polycoccus, Chlorolobion braunii, Desmodesmus multivariabilis y Micractinium sp.. Entre ellas, Chlorolobion braunii destacó por su notable eficiencia, logrando remover hasta un 67,73% de amonio y un 30,58% de nitratos en apenas 12 días de ensayo. "Tener una microalga que crezca a niveles de 2000 ppm de amonio y a pHs extremos es algo increíble", afirmó el investigador Tapia, subrayando el potencial de estas especies como solución sostenible para los residuos agroindustriales.
Contacto con zona rural ecuatoriana
El punto de partida del estudio fue el contacto directo con productores porcinos de Nanegalito, una localidad rural del país. "La idea surgió de estudios previos en otros países, pero adaptamos la investigación a nuestras condiciones locales con microalgas nativas", explicó Tapia. Desde la toma de muestras en campo hasta la obtención de cultivos puros y el análisis genético, el proceso fue riguroso y lleno de desafíos técnicos. Sin embargo, el esfuerzo rindió frutos: los resultados en laboratorio demuestran que esta biotecnología puede integrarse a procesos de economía circular, reduciendo la contaminación ambiental y generando biofertilizantes útiles para las comunidades.
La participación estudiantil en la investigación
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es su impacto más allá del laboratorio. La participación estudiantil, como en el caso de Karla Flores Zambrano, quien desarrolló esta investigación como parte de su tesis de grado, refleja el compromiso de la UDLA con la formación de profesionales capaces de enfrentar problemáticas reales. "Este proyecto tenía un componente de investigación y vinculación", recalcó Tapia, haciendo énfasis en el enfoque aplicado de la propuesta.
Aunque la fase experimental ha concluido, el equipo busca ahora aliados estratégicos que permitan implementar la tecnología a nivel industrial o comunitario. “Estamos tratando de captar la atención de instituciones o empresas que estén interesadas en apoyar el proyecto para que en el futuro sea replicable a más productores porcinos del país”, concluye Tapia. La esperanza es que estas microalgas no solo limpien el agua, sino también contribuyan a transformar el modelo productivo de muchas zonas rurales del Ecuador.
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