Migrantes desaparecidos: las cifras se disparan en 2019
La exención de visa en México hizo crecer el flujo migratorio. Desde 2016, Ecuador ha repatriado 208 cadáveres o restos mortales, según Cancillería.
En una ceremonia religiosa, el pasado 19 de octubre los habitantes de Quisquinchir rindieron un homenaje póstumo a cinco miembros de esa pequeña comunidad indígena de Loja. En busca del sueño americano, los jóvenes Wilson y Kevin Japón, Rafael Ortega, Claudio Sosoranga y Miguel Paqui emprendieron en 2004 una irregular travesía hacia Estados Unidos, pero nunca más se supo de ellos.
Rodrigo Medina, un sexto acompañante que logró sobrevivir a ese viaje, fue quien contó a las familias de los hoy ausentes las vicisitudes vividas tras caer en manos de coyoteros.
Las desapariciones constituyen una de las partes más trágicas de la migración ilegal. Desde 2016 hasta el presente año, las cifras del Ministerio de Relaciones Exteriores reportan 127 casos comprobados de compatriotas de los que no hay ningún rastro. La mayoría aconteció en Estados Unidos (24) y América Central y México (32).
Lo que llama la atención de esta problemática es que los casos se cuadruplicaron en 2019 en comparación con el año precedente (ver infografía).
“Las desapariciones se registran en la frontera entre México y Estados Unidos. Son migrantes que trataron de entrar irregularmente. Muchos han muerto o fueron secuestrados. No se sabe en realidad, lo que tenemos son presunciones”, expuso Rosa Vásquez, directora de Atención y Protección de Ecuatorianos en el Exterior, durante un conversatorio sobre movilidad humana y regularización, realizado recientemente en Guayaquil.
“Esos casos de desapariciones de compatriotas al poco tiempo son abandonados”, lamenta, por su parte, Florentino Ludeña, vicepresidente de la Corporación Ecuatoriana de Movilidad Humana, que agrupa en el país a 172 asociaciones de migrantes retornados.
“No se hace un seguimiento serio y eficaz por parte del Estado, porque se argumenta que no hay dinero para seguir adelante con la búsqueda, ya que esto conlleva un gasto muy elevado”, refiere Ludeña.
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Leer másUn proceso doloroso es también la repatriación de cadáveres de ecuatorianos fallecidos en esos trances migratorios. En los últimos cuatro años, 208 cuerpos o restos mortales de migrantes fueron traídos del exterior, con asistencia del Estado. Los decesos mayormente se registraron en países de América del Norte (65), la Unión Europea (64) y América del Sur (55).
Frenar el tráfico ilícito de migrantes es una tarea complicada, reconocen las autoridades. Las cifras de víctimas del coyotaje sigue en aumento. En el presente año, por ejemplo, la Cancillería atendió 111 casos, en contraste con los 68 del año pasado, casi todos desde México y Estados Unidos.
Una de las razones para esa reactivación, ilustró Vásquez, es la eliminación de los visados para ecuatorianos, autorizado por el Gobierno mexicano en noviembre de 2018.
Aunque es un delito que se encuentra tipificado en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), la falla del Ecuador todavía está en la judicialización, reconoció la funcionaria. “Hay denuncias, pero muy pocos casos terminan en sentencia. Ese es un tema estructural que Ecuador todavía tiene que enfrentar”, subrayó.
William Murillo, cofundador de 1800-Migrante, una organización privada que brinda asistencia a ecuatorianos en el extranjero, dice a EXPRESO que los casos reportados por el Gobierno son mínimos comparados con el gran flujo migratorio de compatriotas que se registra por la exención de visa en México.
“Hay también muchos ecuatorianos que aprovechando ese beneficio, llegaron a ese país, intentaron ingresar ilegalmente a Estados Unidos y allí fueron detenidos y devueltos a México. Estos casos no son contabilizados”, señala.
La Corporación Ecuatoriana de Movilidad Humana registra en sus estadísticas unos 300.000 ecuatorianos que han regresado desde el año 2002. De ese total, un 5 % corresponde a casos de retornos forzados, precisa el vicepresidente de esa organización.
“Es la situación económica que vive el país la que fuerza a salir a los ecuatorianos. Muchos, por ir en busca de un sueño, caen víctimas de criminales y pagan hasta con sus vidas”, expone Ludeña.
Son las circunstancias que obligaron a migrar a los cinco jóvenes de Quisquinchir, de quienes no se tiene noticias desde hace tres lustros.
Quienes sufren esta situación son de escasos recursos y es muy difícil que sigan un reclamo legal.