Las millonarias deudas desbordaron a Ecuagran

La situación de Ecuagran y Delcorp era insostenible. Antes de agosto de 2020 y de que salieran del país su accionista principal y sus directivos, la situación financiera de ambas estaba comprometida gravemente. Tan comprometida estaba su situación financiera que, hoy, hasta dos créditos de consumo que tenían con el Banco del Pichincha, por un total de $ 2,6 millones aproximadamente, están castigados y demandados por parte de la entidad financiera.

Hasta ahora nadie puede determinar a dónde fue tanto dinero recaudado por las emisiones en bolsa, facturas comerciales negociables, letras de cambio y deudas contraídas con empresas proveedoras; pero una propuesta de concurso preventivo de septiembre de 2020 indica que Ecuagran estaba a punto de caer en cesación de pagos. Al 25 de ese mes sus obligaciones mercantiles impagas representaban más del 30 % de sus pasivos. La situación era tan complicada que los recursos generados por las emisiones de obligaciones y facturas comerciales negociables fueron destinados por la administración de Gad Goldstein para pagar otros pasivos que no estaban en el prospecto de las emisiones, como por ejemplo letras de cambio y deudas con otras empresas. Y hubo depósitos a dos compañías.

Entre esos pasivos estaban dos con empresas internacionales. A Cargill Financial Services le debía 3,5 millones de dólares y otros $ 9’093.907, más intereses, a la empresa Luzar.

Daniel Pino Arroba, uno de los abogados de Ecuagran, señala que “como abogados de la empresa nunca estuvimos a cargo de la parte financiera, por lo que desconocemos las razones que la llevaron a acumular endeudamiento”.

Él presentó, junto con Luis Cabezas-Klaere, el concurso preventivo. Esta figura, explica, es la mejor opción tanto para deudores como para acreedores, “frente a casos de deudores que tienen abultados pasivos y a la vez un negocio en marcha que permite pagar los pasivos en un mayor o menor espacio de tiempo”.

Este tipo de procedimientos, supervisado por la autoridad, agrega, “persigue que los acreedores cobren todo o parte de su acreencia de forma transparente y ordenada, equitativa y proporcional”. De esa manera, quedan protegidos los activos del deudor, “pues mientras dura el proceso no es posible iniciar demandas patrimoniales contra la empresa y se suspenden los juicios patrimoniales en su contra. Así, ningún acreedor puede tomar ventaja frente a los otros y se garantiza la continuidad de las operaciones de la empresa como negocio en marcha”.

En el año 2006 Delcorp hace su primera emisión en la bolsa, por solo $ 3 millones. Solo en las dos últimas emisiones, de 2019, esta empresa, relacionada con Ecuagran, colocó en el mercado 22 millones de dólares, cuatro millones más que las anteriores cuatro, juntas.

Pero existían otras deudas contraídas con facturas comerciales negociables de estas empresas relacionadas con el mismo accionista, Goldstein, a las que en 2020 se agrega una recién creada: Fertisolubles. Los datos del liquidador actual reportan una deuda contraída por una cantidad muy alta: $ 85 millones en total del 2018 al 2020. Pero había también sobregiros en créditos de consumo con los bancos Bolivariano, Pichincha, Guayaquil y Diners. El primero de ellos tiene una acreencia más grande, $ 5,8 millones. Diario EXPRESO no pudo obtener una respuesta del estado de la deuda con el Bolivariano.

Ecuagran, sola, también tenía millonarios pasivos. Desde el 2010 al 2020 tomó 45 millones de dólares del mercado de valores entre obligaciones y papel comercial. Fueron ocho emisiones en total de sus conocidos estructuradores de papeles. Con algunas empresas o asesores financieros relacionados accionarialmente con casas de valores logró también captar  millones en letras de cambio, algunas impagas.

Según los prospectos, la sexta emisión (de $ 15 millones) era exclusivamente para pagar las deudas contraídas con facturas comerciales, pero según la Superintendencia de Compañías no se pagaron.

CESACIÓN DE PAGOS. El 25 de septiembre de 2020, Luis Cabezas-Klaere presentó al superintendente de Compañías, Víctor Anchundia, un concurso preventivo. Según el apoderado de la empresa, esta se encontraba en causales de cesación de pagos. Si esto se aceptaba, los acreedores no podían cerrar la empresa.

CONCURSO PREVENTIVO. De conformidad con la legislación ecuatoriana, ni los concursos preventivos presentados ante la Superintendencia de Compañías, ni los Acuerdos Preconcursales Excepcionales, impiden el inicio de acciones penales de ninguna naturaleza ni suspenden su tramitación, aclara Daniel Pino.