Ministro de Vivienda: “Guayas, Manabí... La Costa tiene el 70 % de déficit de casas”

El Ministerio de Vivienda alista un plan para reducir el déficit habitacional, que en su mayoría está en la Costa. Habrá incentivos, bonos, créditos, de acuerdo a las necesidades de los ecuatorianos que irán desde la construcción, readecuación o remodelación. El plan apunta también a la generación de empleo.

El déficit habitacional en el país es de 2,7 millones de viviendas. En el sector urbano es de 1’374.960, y en el área rural 703.553. El ministro de Vivienda, Darío Herrera, anuncia sus intenciones.

Usted dice que van a promover 200.000 soluciones habitacionales. ¿Qué es eso? ¿Casas?

Hemos planteado cambiar hacia soluciones de hábitat porque esa es la necesidad de los beneficiarios y del Ecuador. En ciertas áreas urbanas, no es una vivienda nueva sino una ampliación, agua segura, adecuaciones.

¿Qué avanzaron en 100 días?

En vez de ser constructores como se esperaba, el Ministerio se dedicó a crear política pública y un modelo de gestión donde nos concentremos en criterios de priorización y selección de beneficiarios. Ese debe ser nuestro rol. Pero lo que tenemos que crear son estructuras de confianza, involucrar al sector privado como ejecutor y todo con una plataforma tecnológica, con un convenio que hicimos con el Gobierno alemán para implementar un programa que se llama el Ecuador Sincero, que lo que va a hacer es contratación y seguimiento de toda la obra pública de nuestro ministerio, en línea.

Habla de criterios de selección. ¿Filtrarán a los beneficiarios?

Hemos recabado data para definir cuáles van a ser los beneficiarios de manera pragmática por región. La zona de la Costa es la que más déficit tiene, casi tres a uno comparado con la Sierra y con Galápagos. El 70 % del déficit del país está en Guayas, Manabí, Los Ríos, Santo Domingo y Esmeraldas. Eso corresponde a esta migración masiva que es un problema.

¿Cuánto dinero hace falta para solucionar el problema?

Pensamos movilizar $ 3.400 millones. Cuando hablamos de movilizar no es necesariamente inversión del Estado, sino sector privado, banco, financiamiento, etc. Lo que apunta el plan es incentivar al mercado financiero para que apoye con créditos a largo plazo para las viviendas. Eso puede movilizar inclusive un poco más de dinero para eso. Esperamos que en los próximos cuatro años pueda ser una torta de seis, ocho o 10.000 millones de dólares si es que cumplimos otras de las metas que es transformar al país y convertirlo en un destino de inversión internacional inmobiliaria, tanto para vivienda de interés social como para vivienda e inversión en negocio inmobiliario.

Ustedes apuntan al sector rural y el urbano que depende de los municipios. ¿Hay acercamientos?

Más allá de acercarnos estamos tratando con la nueva Ley de Hábitat, que estamos apoyando en la Asamblea. Incluye una serie de otras cosas. Ya enviamos un aporte que recoge talleres con asambleístas, gremios y recibimos 56 aportes telemáticos. Enviamos la ley la semana pasada porque la Comisión quiere ponerla antes del 17, que es el plazo para poner todas esas leyes.

¿Hace falta una ley para el plan de vivienda?

Es complementaria a los decretos ejecutivos que el presidente va a emitir. Tenemos un borrador con ciertos incentivos, más acuerdos para simplificación de trámites, gestión transparente, más los ministros comprometidos con el cambio. Todos los ministerios y entidades se unen en un solo propósito: reducir el déficit habitacional del país. Hay que tener las cosas claras: si nos desalineamos, perdemos y pasa lo de los gobiernos pasados. Cada uno peleando con el otro, mis intereses...

Suena a muchos planes. ¿Cuándo aterriza esto en hechos?

Vamos a comenzar agresivamente procesos de contratación de obras urgentes, cosas que teníamos en la mesa y eventualmente, claro está, a la implementación del plan nuevo que va a aprobar el presidente.