Monica Crespo: entrenadora de mentes
Su aspecto es similar al de la Barbie, rubia y esbelta, pero tiene la fuerza de la Mujer Maravilla y alienta a otros.
“De pequeña, en son de broma, me decían ‘Mónico’, porque parecía mono saltando y trepando árboles”. Había en ella esa lucha entre lo que se esperaba de una niña y lo que realmente quería ser. Con los años creció, maduró y optó por lo que le ha apasionado toda la vida, el mundo fitness. Ya pasaron 20 años de esa decisión. Hoy, la influencer, entrenadora física, catedrática de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y dueña en sociedad de cuatro gimnasios de la capital, cuenta que su papá, Iván Crespo, fue su motivador; él le decía a su mamá, Mónica Bustamante, que sus hijos debían hacer deportes, tener estudios y una buena alimentación.
Mónica disfruta de ser mujer, de celebrar la maternidad, de arreglarse como tal, por eso se identifica con el estilo de moda hippie chic, diferente y relajado.
Siempre saca a esa ‘Wonder Woman’ cuando entrena y se esfuerza en cada área de su vida. Busca transmitir esa pasión a los demás, ya sea en una clase universitaria, un parque o un centro carcelario. Su mejor aliado: el deporte.
Su misión
Al ver su figura e instagram (21,3 k seguidores), uno deduce que lo fitness es lo suyo, pero su tarea real más que cambiar cuerpos, es modificar mentes; y lo ha conseguido. Ha ayudado a otros a salir de depresiones, abusos y situaciones que se creen imposibles de vencer. “Ser mamá a los 19 años y que al cerrarse varias puertas tienes dos opciones: se te acaba la vida o inicia, hay que derribar miedos y pretextos. Trabajar la mente para que se suelte, este ejercicio es más difícil que el deportivo. La mente es más poderosa que el cuerpo”.
Comentarios como ‘me inspiras montón’, ‘gracias por el empujón’, son sus energizantes, “comparto no solo conocimiento, también mi experiencia de vida que puede servir a otros. Anhela que la gente descubra su capacidad, se ame a sí misma, se encuentre, “me da pena cuando dicen vas a dejarme el cuerpo como tal persona...”.
Sus poderes
Son varios, pero destacan dos cualidades que parecen oponerse: fortaleza y sensibilidad. “No importa si estoy cansada, tengo que terminar lo que me planteo correr, no puedo retirarme, llegaré última, pero nunca me rendiré”.
Se reconoce camaleónica, que se acopla a toda persona y ambiente. “La inteligencia se medía por el coeficiente intelectual, hoy por la capacidad de adaptarte. Me gusta conectarme con la gente. Los niños, ancianos y reos necesitan una atención diferente, les doy un poco de lo que requieren”.
Esta mujer, esforzada y valiente, ha tenido momentos duros, en los que ha bajado los brazos, para doblar sus rodillas y pedir ayuda a Dios. Afirma que no es de estar en una iglesia 24/7, pero cree en la ayuda divina, que se presenta cuando humanamente no se puede más.
Sus enemigos y debilidad
No tiene contemplaciones con sus adversarios: la mentira, la mediocridad y el miedo, a los cuales mira de frente.
Admite que su punto débil es ver sufrir a los seres queridos. “Si alguien se mete con una persona a quien quiero es como si se metieran conmigo, soy tan empática que me puede afectar, es mi talón de Aquiles. Quisiera que no les pasara nada, sé que es algo que no puedo controlar. Eso me ablanda”.
Su guarida: la naturaleza
Ama correr. Cuando lo hace no escucha música, hacerlo es su terapia. Sus mejores ideas han surgido durante esta actividad. “Cuando corro, recuerdo mi niñez que fue muy especial”.
También le complace viajar sola. “Me hace más humana, me recuerda lo chiquita que soy, me conecta conmigo misma, me hace valorar mi casa”.
Ha visitado Francia, Italia, Colombia, Perú, Argentina y Estados Unidos, y le encantaría conocer Australia.
Su hermana
Carolina Crespo, la diseñadora de modas, es su hermana. Son distintas y parecidas a la vez. Dice ser similares en la autenticidad, el amor por los animales y nunca rendirse. Las diferencias, el carácter, “yo puedo desatar pasiones, hacer que me amen o no, porque soy de carácter fuerte; ella es muy amorosa. Podemos llegar al mismo resultado, pero yo me lanzo de una, ella analiza”. Apoya y admira a Carolina por su capacidad de crear y de amar. Ha sido su modelo en varias de sus campañas.
Otra faceta
Le encanta el arte. Pinta, dibuja y escribe. Tiene su propia línea de ropa, la diseña en ilustrator y luego sublima la tela. Actividades que disfruta porque son contrarias a las que hace. “Me lleva a un espacio más calmado que no puedo tener en el deporte”.
Personal:
- Tiene 39 años, casada con Gonzalo Calisto y madre de 3 hijos (19, 17 y 12 años).
- Practica equitación, volei, fútbol y ciclismo. Entrena 6 horas diarias: 2 de cardio, 1 de pesas y 2 de pilates, y corre.
- Certificada en entrenamiento personal de AFFA (Escuela Americana de Fitness), TRX, pilates, training y running.
- Estudió Pedagogía en la USFQ. Es profesora de deportes en la institución.
- Propietaria de 4 gimnasios, dos en sociedad con Daniela Iturralde y dos con su esposo.
- Creadora de la línea deportiva BUGME.