El Monumental se lleno y parecia que no habia nadie
Los Testigos de Jehová hicieron gala de organización. Juntaron a 35.796 asistentes a su Asamblea Internacional y no hubo bulla, disturbios ni desechos.
No había tráfico, alboroto, o algún ruido poco habitual en la avenida Barcelona. De hecho, a las 11:00 había tanta calma en los alrededores del Estadio Monumental, que resultaba difícil atinar a que dentro del centro deportivo había 35.796 personas.
Eran los testigos de Jehová que, desde ayer hasta mañana se congregan en una Asamblea Internacional que denominaron ‘El amor nunca falla’. Y con los miembros de esta organización, al parecer, el orden tampoco falla.
Durante la inauguración, que se dio desde las 09:20 de ayer, las instrucciones que recibieron 16 mil voluntarios se siguieron al pie de la letra. La meta era evitar el desorden que podría devenir de la conjunción de un gran número de personas.
Y así fue, no hubo gritos, ni disturbios o confusión. Todos estaban en sus asientos asignados previamente, atentos a las conferencias y cánticos que acompañaron la jornada.
Solo tres horas antes, cuando arribaron los 600 buses que transportaron a los asistentes nacionales y los 5.300 delegados extranjeros, se generó tráfico en la avenida Barcelona.
El taxista Michael Tamayo, con 26 años dijo a EXPRESO que vio más buses que cuando hay un partido importante de fútbol, “sin embargo, el tránsito corrió sin formar trancones de horas”.
José Herrera, portavoz de la organización, explicó que desde hace varias semanas midieron cada detalle para que todo se desarrollara en orden y con puntualidad.
Había voluntarios para la limpieza de los baños, de los pasillos y de las diferentes áreas del estadio. Acomodadores para direccionar a los visitantes a sus asientos, traductores tanto de diferentes idiomas como de lenguaje de señas. De hecho, cada asistente estaba sentado de acuerdo a su idioma.
En el palco oeste había aproximadamente 800 personas con capacidades especiales auditivas. Frente a ellos había una enorme pantalla en la que se reflejaba el contenido de la charla, basadas en textos bíblicos, pero en lenguaje de señas.
Entre ellos estaba José Ormazabal, quien llegó desde la congregación de El Recreo a las 05:00. Él fue uno de los voluntarios que ayudó a controlar el ingreso de sus hermanos, como ellos se llaman, al estadio.
A las 12:20 en punto, cuando terminó de ‘cantar’ con sus manos la canción ‘Enviaste a Jesús, tu hijo amado’, sacó su almuerzo que llevó en recipientes y comió junto a su esposa e hijo.
Tenían una hora y 15 minutos para comer. Al igual que José, la mayoría trajo su lunch desde casa.
Los 5.300 extranjeros tenían que salir a tomar su comida que fue preparada por los propios integrantes de acuerdo a la preferencia de cada uno. “Hicimos menú para vegetarianos, libres de gluten, para veganos, y todo con cuidado para que ellos se sientan a gusto”, comentó Juan Paz, también vocero de la organización.
En ese momento, la zona de parqueo del Monumental se convirtió en un ‘desfile’ de trajes típicos de los 45 países que tuvieron sus representantes. Muchos adeptos decidieron vestirse con los atuendos identitarios de cada país.
Ana Zúñiga pasó todo un día cosiendo y arreglando su traje de chapolera, que representa al eje cafetero colombiano. Es la primera vez que asiste a una asamblea internacional de los Testigos de Jehová y lo hizo junto a su amiga Cristina Arias.
Para Silvia Mishell, en cambio, es su segunda Asamblea. Ella es de Navarra, España, y vestía el traje identitario del sur de ese país. Estaba conmovida por la hospitalidad que había recibido desde su llegada a Guayaquil y espera con ansias poder compartir con más hermanos de Ecuador.
Hoy esperan recibir a 40 mil asistentes y mañana, esperan llenar el estadio, que tiene un aforo de 57 mil asistentes. La entrada al evento es libre.
Para los organizadores, el reto de que todos los asistentes estuvieran sentados durante el evento se cumplió ayer. La puntualidad y el orden caracterizó a este encuentro de los Testigos de Jehová.