¿Qué motiva los 'camisetazos' en la Asamblea Nacional?
El bloque oficialista de ADN es el más beneficiado de los ‘camisetazos’ en apenas seis meses de funciones de la Asamblea
En menos de siete meses, el bloque oficialista de Acción Democrática Nacional (ADN) ha modificado la configuración de las distintas bancadas legislativas de la Asamblea Nacional. Siendo el Gobierno de Daniel Noboa el más beneficiado de los llamados ‘camisetazos’.
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Así lo demuestran las cifras (ver gráfico). En noviembre de 2023, al instalarse la nueva Legislatura, los bloques más nutridos eran la Revolución Ciudadana (51) y Acción Democrática Nacional (25). Mientras que Construye (19) y el Partido Social Cristiano y sus aliados (18) tenían menos asambleístas.
Ese panorama cambió. En menos de siete meses, y con la boyante popularidad del presidente Daniel Noboa, quien logró aprobar cinco proyectos de ley económica urgente en la Asamblea, la bancada oficialista sumó nueve legisladores de diferentes bloques a sus filas.
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Entre ellos están Hernán Zapata, María Fernanda Jiménez, John Polanco y Fernando Jaramillo, que pertenecían a Gente Buena; Xavier Jurado y Milton Aguas, que estaban con el correísmo; y Lucía Jaramillo y Guido Vargas, que llegaron al Legislativo de la mano del Partido Social Cristiano (PSC).
La otra cara son las bancadas debilitadas: el correísmo bajó de 51 a 48 asambleístas; y Construye de 19 a 16. El Partido Social Cristiano, aunque perdió legisladores, los repuso con la reciente integración de Carla Cruz y Sofía Sánchez, ambas anteriormente de Construye.
La acelerada reconfiguración de los bloques legislativos, según comenta Guiseppe Cabrera, analista político, responde a la cercanía de las elecciones generales de 2025: “Además de que hay la posibilidad de prebendas, es más fácil unirse a un Gobierno que es popular”.
Al igual que Cabrera, el exlegislador Darwin Pereira señala que esto se hace más notable por la cercanía de las próximas elecciones. Sin embargo, también acota que existe un tercer motivo: la falta de rigurosidad de las organizaciones políticas para escoger a sus candidatos.
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Por su parte, Ramiro Vela, asambleísta de ADN, la bancada que más se ha beneficiado de los llamados ‘camisetazos’, señala que la reconfiguración de los bloques legislativos es parte de la dinámica parlamentaria y del libre pensamiento de cada uno de los 137 asambleístas.
Caso contrario, señala que se estaría generando “un influjo externo de los líderes de los partidos políticos sobre qué votar o qué no votar y que esa decisión sea trasladada a ‘levanta manos’, tal como pretende sancionar un proyecto de ley impulsado por el correísmo y el PSC.
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Esta iniciativa, pendiente aún del segundo debate en el pleno, tiene como objetivo sancionar hasta con el cese en funciones a los legisladores que habiendo ganado una curul con el apoyo de una organización política determinada, se cambien a otra o sean expulsados de las mismas.
Aunque Dallyana Passailaigue, legisladora del PSC, señala que el fondo es oponerse a la “práctica deleznable y no ética de perseguir y comprar votos”, el legislador Vela cuestiona la incoherencia del Partido Social Cristiano, al recientemente haber sumado dos asambleístas. Passailaigue, por su parte, responde que “la gente se acerca a nosotros, nosotros no buscamos ni obligamos ni presionamos para que vengan (...)”.
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