Muere Pedro Restrepo, padre de los hermanos desaparecidos en Ecuador en 1988
El activista es símbolo de la lucha por justicia tras la desaparición de sus hijos Santiago y Andrés en 1988
Pedro Restrepo, reconocido por su lucha incansable por esclarecer la desaparición de sus hijos Carlos Santiago y Pedro Andrés en 1988, falleció este martes 24 de diciembre a los 81 años. Su caso marcó un antes y un después en la historia de los derechos humanos en Ecuador, al evidenciar las graves irregularidades y encubrimientos de fuerzas estatales involucradas en el caso.
Restrepo dedicó más de tres décadas a exigir justicia y verdad. El caso de los hermanos Restrepo conmocionó al país y puso en la mira internacional las violaciones a los derechos humanos en Ecuador.
Desde 1988, Pedro Restrepo lideró una cruzada que incluyó plantones semanales frente al Palacio de Carondelet, reuniones con autoridades y denuncias en foros internacionales. Su insistencia logró mantener vivo el reclamo por sus hijos y por las víctimas de desapariciones forzadas, convirtiéndose en un referente para el movimiento de derechos humanos.
Pedro Restrepo estaba internado en un hospital por complicaciones de salud
En los últimos años, Restrepo estaba internado en el hospital del IESS del sur de Quito tras haber presentado insuficiencia respiratoria crónica, además de parálisis diafragmática y total del cuerpo. Su hija María Fernanda estaba a cargo de sus cuidados.
En agosto pasado, ella pedía al hospital que permitan llevar a su padre a casa con los equipos que necesitaba para que esté cerca de su familia.
¿Qué es el caso Restrepo?
El caso Restrepo es uno de los episodios más emblemáticos de violaciones a los derechos humanos en la historia de Ecuador. En enero de 1988, los hermanos Santiago y Andrés Restrepo Arismendi, de 17 y 14 años respectivamente, desaparecieron en Quito después de salir de su hogar.
Las investigaciones iniciales señalaron que la desaparición habría involucrado a miembros de la Policía Nacional ecuatoriana, quienes los detuvieron arbitrariamente y luego intentaron encubrir el crimen.
Según las reconstrucciones del caso, los jóvenes habrían sido detenidos bajo sospechas infundadas, torturados y asesinados. Aunque se había señalado que sus cuerpos habían sido arrojados a la laguna de Yambo, nunca fueron encontrados.
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Durante años, las autoridades intentaron encubrir lo sucedido, proporcionando versiones contradictorias y obstruyendo las investigaciones.
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