Con la muerte de los investigados acaban los casos

¿Fueron culpables o inocentes? Eso nunca se conocerá. Murieron antes de llegar a juicio o mientras eran investigados por presuntos delitos. Pero conservaron su estado de inocencia, según juristas.

El deceso de José Agusto Briones, procesado por posible delincuencia organizada en el denominado caso Las Torres mientras estaba preso en la cárcel 4 de Quito desde el 14 abril, extinguió el ejercicio de la acción penal para él.

No así para los otros 13 sospechosos de integrar una posible estructura delincuencial conformada para el cobro de coimas para el desvanecimiento de glosas en la Contraloría y la agilización en el pago de planillas. Fueron involucradas las máximas autoridades de tres organismos: Contraloría, Petroecuador y Secretaría General de la Presidencia.

El artículo 416 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) señala que el ejercicio de la acción penal se extinguirá por: amnistía, remisión o renuncia libre y voluntaria de la víctima, desistimiento o transacción y en los delitos que procede el ejercicio privado de la acción. Además puede extinguirse una vez que se cumpla de manera íntegra con los mecanismos de solución de conflictos al proceso penal y por prescripción y por muerte de la persona procesada.

• Requisitos. Para declarar la extinción de la acción penal lo que se necesita es un pedido y la presentación de la partida de defunción.

• Medidas. Con la declaratoria de la extinción también viene el retiro de las medidas cautelares dispuestas por el juez.

•  Procesos. Con la muerte de un procesado acaba el proceso para él y sigue para los demás sospechosos de un delito.

La última posibilidad alcanza al exsecretario de la Presidencia José Agusto Briones, quien decidió quitarse la vida el domingo 23 de mayo. La información oficial afirma que fue ahorcamiento. Mientras cumplían los servicios funerarios sus familiares le dijeron al abogado Joan Paúl Egred que ahora empieza su lucha para demostrar su inocencia, con cuya presunción se fue a la tumba.

Muerte provocada, natural o asesinato, el caso de José Agusto no es el único. Un par de meses antes, en la avenida Seis de Diciembre, en el norte de Quito, era asesinado con al menos seis disparos el abogado Harrison Salcedo, defensor del exvicepresidente Jorge Glas, condenado a seis años por el caso Odebrecht, patrocinador del líder de Los Choneros, Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña (también asesinado en Manta) y de otros como los exagentes de tránsito que facilitaron credenciales de la DEA a dos israelíes involucrados en la venta de insumos, durante la emergencia sanitaria.

Salcedo tenía pendiente una audiencia preparatoria de juicio por posible delincuencia organizada junto con su cliente alias Rasquiña y otros por posibles anomalías en el caso. La acción penal para ambos también se extinguió.

Otro caso es el del exprefecto de Guayas, Carlos Luis Morales, quien falleció en una casa de salud de Guayaquil mientras era investigado por posibles irregularidades en la adjudicación de contratos en la Prefectura. Antes que ellos falleció en Estados Unidos el general retirado de la Policía Édgar Vaca. Él esperaba audiencia de juicio por posibles delitos de lesa humanidad. En ese caso han muerto al menos tres procesados.

Marcelo Dueñas era su defensor. Asegura que cuando una persona muere, muere inocente. Explica que la presunción de inocencia solo se rompe con la sentencia ejecutoriada. La extinción de la causa penal es inmediata y se puede declarar al día siguiente del fallecimiento. Dueñas recordó que en el caso de Vaca ingresó el pedido con un escrito que ingresó en la Corte al que acompañó una partida de defunción que trajo de Estados Unidos. El general Vaca estuvo con orden de prisión por más de tres años y medio. Obtuvo asilo político y a los 10 días murió.

El caso de extinción por muerte también alcanzó a Walther Arízala, a quien se atribuyó el secuestro y la muerte del equipo de prensa de Diario El Comercio ocurridos el 26 de marzo de 2018. Fue asesinado en diciembre del mismo año por el Ejército de Colombia.