La mujer birmana que no puede ejercer la medicina por sus posados en Facebook
Nang Mwe San, una joven médica birmana, quiso cumplir su sueño de ser modelo, pero por posar en Facebook le quitaron su licencia para ejercer la medicina, lo que ha provocado una polémica en el conservador país asiático.
“Realmente me entristece y disgusta porque aún quiero trabajar como médica en el futuro y trabajé mucho e invertí mucho tiempo para conseguir la licenciatura. Voy a tratar de conseguir mi licencia de nuevo”, explica la modelo de 29 años a Efe en la casa en la que vive con sus padres en el centro de Rangún, la principal ciudad del país.
Tras acabar la carrera, Nang Mwe San ejerció la medicina durante cuatro años, pero hace dos decidió emprender una carrera como modelo que incluye anuncios de televisión, portadas de revistas de moda y fotografías en la red social en las que a veces posa con poca ropa y en actitudes que muchos encuentran excesivamente provocativas en la puritana Birmania, país de mayoría budista.
“Mi ídolo es Kim Kardashian y me siento segura para ser yo misma. No me gustan otros miembros de la familia Kardashian, solo admiro a Kim porque fue la primera, así que me gustaría ser la primera médica que es también una modelo sexy”, cuenta Nang Mwe San.
Esta combinación no gustó al Consejo Médico de Myanmar (nombre oficial de Birmania), que el pasado 3 de junio le envió una carta notificándole que revocaba su licencia por considerar que sus fotos y vídeos “contravienen la tradición birmana”, tras haber advertido a la joven el pasado mes de enero de que no podía dedicarse a ambas actividades.
Nang Mwe San, que cuenta con más de medio millón de seguidores en Facebook, publicó la carta en su página de la red social y miles de internautas reaccionaron con casi seis mil comentarios, muchos apoyándola a ella, pero otros defendiendo la decisión del Consejo Médico.
“El juramento hipocrático no menciona la forma de vestir y no prohíbe que las médicas lleven bikini. Además, la decisión del Consejo Médico no me reconoce como una modelo ni como una artista, e incluso me acusan de comportarme de una forma problemática”, se defiende la joven.
Para Thinzar Shunlei Yi, una conocida presentadora de televisión y activista birmana, el caso de Nang Mwe San pone de relieve algunas contradicciones de la sociedad birmana.
“Ella está retando a toda la sociedad birmana al hacer dos cosas diferentes, ser una médica y una modelo sexy. Eso ha creado un espacio para que todos nosotros debatamos sobre como construir una sociedad progresista en una cultura democrática”, comenta la activista a Efe.
Birmania inició hace ocho años su transición a la democracia tras casi cinco decenios de dictadura militar durante los cuales el país estuvo cerrado a cal y canto y los birmanos tenían poco acceso a información procedente de otros países.
Durante la transición, el uso de teléfonos móviles e internet, hasta hace poco al alcance de muy pocos, se extendió de una forma vertiginosa y en la actualidad hay casi veinte millones de usuarios de Facebook, la red social más exitosa entre los 53 millones de habitantes de Birmania, lo que ha supuesto un tremendo impacto en un país que había estado casi totalmente aislado durante medio siglo.
“La sociedad birmana todavía no está informada sobre los principios básicos o las prácticas de la democracia y los derechos humanos, simplemente se cree que son importaciones de los países occidentales”, señala Thinzar Shunlei Yi.
La activista cree que el Consejo Médico no habría tomado la misma decisión si un médico varón hubiera decidido ser modelo, pero también opina que es poco probable que un hombre lo hubiera hecho, ya que “no hay mercado para ello” y “las mujeres son usadas como productos sexuales”.
La propia Nang Mwe San ha experimentado en su corta carrera como modelo el hecho de ser tratada como un objeto sexual.
“Cuando una modelo se hace famosa en las redes sociales recibe ofertas sexuales de hombres adinerados para convertirla en sus amantes. He recibido este tipo de ofertas pero no las he aceptado. Mi familia no es pobre y no quiero estar con alguien que no me guste”, cuenta.
“Si solo ves el exterior, parezco una chica lujuriosa, pero en realidad no lo soy. Soy una chica sencilla”, apostilla.