La mujer es cosa de hombres
Hubo un mar de escaños vacíos, la mayoría de PAIS, y un ejército de legisladores alternos que posaron para la foto de familia.
La sesión para aprobar la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres se instaló en horario para adultos: 22:00 del sábado 25 de noviembre. 86 de 137 asambleístas dieron el cuórum. Hubo un mar de escaños vacíos, la mayoría de PAIS, y un ejército de legisladores alternos que posaron para la foto de familia. Por una vez, CREO y SUMA se encontraban en capacidad de dejar sin cuórum la sesión. Eso les permitió negociar con éxito la eliminación de las palabras “aborto en curso” y la inclusión, en los considerandos, de una invocación a los artículos del Código Penal que castigan el aborto, entre otras reivindicaciones de la agenda conservadora.
El inusual horario obedeció al capricho de un amante de las efemérides: el presidente José Serrano se empecinó en aprobar la ley el 25 de noviembre, Día de la no Violencia contra la Mujer. Y como las convocatorias al Pleno deben hacerse con 48 horas de anticipación y el informe para segundo debate no estuvo listo sino hasta el jueves anterior a las diez de la noche, aprovechó las últimas dos horas que le permitía el calendario. No lo logró: la ley fue aprobada a las 00:30 del día 26.
Dallyana Passailaigue (PSC), una de las más activas en la comisión conformada para tratar este tema, siente que el capricho de Serrano dañó la ley. Que no dio el tiempo para profundizar en el debate. Que en la sesión del jueves hubo demasiado apuro, demasiada presión, demasiados policías... Sin embargo, la ley sí contiene numerosos avances (ver recuadro), fruto de meses de trabajo.
El Pleno se instaló a la hora señalada, entre las consignas y los cantos de los grupos feministas que coparon la barra alta. Mónica Alemán (PAIS), presidenta de la Comisión, presentó su informe y arrancó un debate que apenas si mereció tal nombre: los discursos de ocasión se sucedieron uno tras otro durante dos horas y media mientras la batalla decisiva se libraba tras bastidores. La febril actividad de Roberto Gómez (CREO) dio sus frutos. La frontera entre los dos bloques, que lo detuvo cuando buscaba las firmas contra Jorge Glas, ahora le abrió las puertas. Daniel Mendoza (PAIS), Henry Cucalón (PSC), Sebastián Palacios y Guillermo Celi (SUMA) secundaron sus propósitos.
A Gómez le preocupaba que el artículo relacionado con violencia gineco-obstétrica incluyera una frase demasiado parecida a la que las feministas utilizan como bandera: aquella que consagra la “capacidad (de las mujeres) de decidir libremente sobre sus cuerpos y su sexualidad”. La frase quedó donde estaba, pero atenuaron sus efectos invocando la prohibición del aborto, eliminando las palabras “aborto en curso” (las sustituyeron por “emergencia médica” en el artículo que garantiza la atención de las mujeres en los centros de salud) e incluyendo la disposición de que los médicos comuniquen a los padres cuando la mujer que requiera esa atención o solicite apoyo anticonceptivo sea menor de edad.
Problema: ¿cómo plantear esos cambios sin “hacer escándalo”, es decir, sin que las barras altas se les lanzaran encima? Lo solventaron dejándolos en manos de un asambleísta de bajo perfil: Ángel Sinmaleza (SUMA) despachó las propuestas con frialdad administrativa, citando números de artículos y frases sueltas que debían incluirse, sin pronunciar la palabra “aborto” y dejando en la penumbra la naturaleza de los cambios. Gómez ya había logrado el consenso y el público no se enteró de nada.
Lo que no alcanzó a modificarse de esa forma se negoció a última hora, directamente en la computadora de la secretaria, Libia Rivas. Gómez, Cucalón, Palacios y Celi ejercieron presión hasta que José Serrano los ahuyentó con voces destempladas: “Aquí no estamos para burlarnos de las mujeres del Ecuador -dijo duro y fuerte-. No vamos a meter nada de última hora”. Aplausos de las barras. El presidente de la Asamblea tomó la votación (que fue unánime a favor de la ley) y cerró la jornada convertido en héroe de la causa feminista.
Logros de la Ley
Protección
Se crea un sistema de protección y se establecen centros para la atención de víctimas de la violencia.
Centros financiados
Se crean casas para acoger a las víctimas y se establece la obligación de garantizarles un presupuesto.
Atención y reparación
Se proponen, por primera vez, medidas administrativas inmediatas para protección de mujeres, así como medidas de reparación.
Un plan nacional
Se propone la elaboración y ejecución de un Plan Nacional para la prevención de la violencia contra la mujer.
Documentación
Se crea un registro único de casos y víctimas de la violencia machista.
Estándar internacional
Se acogen recomendaciones del organismo de las Naciones Unidas contra la discriminación (Cedaw).