2019, el año en el que la calle se dejó escuchar en todos los continentes
Chile, Hong Kong, Argelia, Líbano o Francia. Ciudadanos llenos de rabia y sin líderes salieron a las calles en 2019
De una punta a la otra del planeta y a lo largo de estos 365 días, las rebeliones de todo tipo fueron retumbando de tramo en tramo hasta salpicar casi todos los continentes. Protestas que surgieron sin líderes, sin organización ni estructura en una primera etapa.
¿Las razones? Podrían ser considerada como mínimas, hasta abstractas, como la ley de extradiciones en Hong Kong, o más pragmática, como la subida del precio del metro en Santiago de Chile, o una nueva tasa para las llamadas con Whatsapp en Líbano.
AFP rescata la frase de una pancarta que alguien sacó a la calle en Beirut, delante de la sede de Electricidad de Líbano (EDL), símbolo del declive de los servicios públicos en el país: "De Líbano a Irak, nuestro dolor es uno".
Puerto Rico, la isla del encanto, experimentó una sacudida social al estilo de los atrevidos movimientos de la salsa y el reguetón. El descontento en el Estado Libre Asociado a EE.UU. surgió luego de la publicación a mediados de junio de una serie de mensajes polémicos contra varios sectores en un grupo de WhatsApp en el que estaba parte del Gobierno de la isla y el mismo gobernador, Ricardo Rosselló, quien luego se vio forzado a renunciar a su cargo.
El peso de internet
Estas revueltas cuentan con internet, mucho más que en 2011, ya que el número de internautas se ha más que duplicado en 10 años, hasta alcanzar los 4.500 millones de personas.
En Argelia, las redes sociales desempeñaron "un papel muy importante", explica Okba Bellabas, uno de los 25 miembros fundadores del Colectivo de Jóvenes comprometidos.
En Hong Kong, Santiago, Quito o Barcelona, los manifestantes se pasan consignas a través de sistemas de mensajerías como el WhatsApp o Telegram.
En Irán, en Irak o incluso en Egipto, los gobernantes enfrentados a los levantamientos intentaron frenarlos cortando internet, sin mucho éxito a largo plazo.
"La redes sociales pueden desempeñar un papel pero no se trata de revoluciones Facebook", subraya Geoffrey Pleyers, sociólogo en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y en el Colegio de Estudios Mundiales (París).
El peso de la red, incluso sin ser dominante, atrae forzosamente a los más conectados, es decir los jóvenes. Pero su porcentaje en estas movilizaciones no se verifica de manera sistemática. Los "chalecos amarillos" franceses a menudo son gente de más edad, el movimiento chileno incluye a muchos jubilados, los manifestantes en Barcelona son de todas las edades, dice Pleyers. En Ecuador, el mayor peso de las protestas recayó en los indígenas.
En el fondo, los lemas reflejan la desconfianza de los manifestantes ante un sistema que ya no se ve como vector de ascensión social, y ante una democracia inexistente o sorda a las quejas de los ciudadanos.
"Para mi ciudad quiero un gobierno que pueda ayudar a los ciudadanos de base o a las clases medias, y un gobierno que dialoga con sinceridad con sus ciudadanos", declaró un manifestante de Hong Kong que insistió en mantener el anonimato.
Misma secuencia
Estas revueltas se inspiran de los movimientos de principios de la década: la primavera árabe, iniciada a finales de 2010 en Túnez, y también Ocupemos Wall Street, en septiembre de 2011, contra la austeridad y los abusos del capitalismo financiero.
"2019 aparece como un año muy importante en materia de movilizaciones", estima Olivier Fillieule. "Pero esto no es inédito ni excepcional. Recordemos que a fines de 2011, la revista Time elegía a 'el manifestante' como personalidad del año".
Las movilizaciones de 2019 "se inscriben en la misma secuencia histórica", agrega.
Tanto así que en Chile, los manifestantes volvieron a cantar uno de sus himno de la década de los 70: 'El pueblo unido jamás será vencido'. Con banderas de Chile y el puño en alto, decenas de miles de personas entonaron el viernes 13 de diciembre en Santiago la emblemática canción de protesta.
La escena ocurrió en Plaza Italia, el principal lugar de reunión de las manifestaciones en este país sudamericano que hace dos meses ha sido protagonista de una intensa revuelta social que exige mayor "dignidad" y terminar con los "abusos" del sistema político y económico actual.
Revoluciones por la dignidad
Según Erik Neveu, investigador en sociología de las movilizaciones en el Instituto de Estudios Políticos de Rennes (oeste de Francia), en los regímenes democráticos, "la creencia en la capacidad de la democracia para cambiar la vida se erosiona de manera inexorable".
El pueblo piensa entonces que "su salvación se encuentra en la movilización", es decir en el derrocamiento del poder, asegura Neveu.
"Son las revoluciones por la dignidad", dice Bitar en Beirut.
La redes sociales pueden desempeñar un papel pero no se trata de revoluciones Facebook.
En solo unas semanas, estos movimientos desencadenaron la salida de Abdelaziz Buteflika, quien renunció a presentarse para un quinto mandato en Argelia, de Omar Al Bashir, derrocado en abril tras 30 años en el poder en Sudán, o incluso la dimisión del presidente boliviano Evo Morales, del primer ministro libanés Saad Hariri y de su homólogo iraquí Adel Abdel Mahdi.
En Hong Kong, la ley de extradiciones criticada por los manifestantes fue retirada y China anunció que "mejoraría" el proceso de designación del jefe del ejecutivo, dos de las reivindicaciones de la movilización prodemocracia.
En Chile, el presidente Sebastián Piñera desistió de aplicar un alza en la tarifa del sistema público de transporte de Santiago, que entró en vigor el domingo 6 de octubre de 2019. Tras el aumento de las tarifas, centenares de estudiantes se organizaron para realizar actos de evasión masiva en el Metro de Santiago. De ese requerimiento pasaron a otros hasta generar una decisión histórica: cambiar la Constitución de 1980.
En Bolvia, la detonante fueron unas elecciones presidenciales que en octubre declaraban ganador nuevamente a Evo Morales. Tal fue el grado de presión en las calles, que el líder indígena dejó la Presidencia luego de casi 10 años en el poder.
En Ecuador, tras una ola de movilizaciones a nivel nacional e internacional realizadas a partir del 2 de octubre hasta el 13 de octubre de 2019, el gobierno de Lenín Moreno, dejó de lado el anuncio de ciertas medidas económicas.
La represión también ha sido feroz en algunos lugares. Según Amnistía Internacional, en Irán al menos 304 personas fueron asesinadas entre el 15 y el 18 de noviembre. En Irak, unas 460 personas han muerto y 25.000 han resultado heridas en casi tres meses de una revuelta sin precedentes que continúa.
"La cólera no va forzosamente a ceder" en 2020, anticipa Bitar. "Pero aquellos que se aprovecharon del sistema político no van a ceder con facilidad", advierte. "Podríamos asistir a contrarrevoluciones, que serán brutales".