
Acnur teme que bombardeo de Leópolis reavive el éxodo
Rusia ataca esta ciudad con misiles lanzados desde el mar Negro. La ONU advierte que las reservas de agua y comida en Mariúpol están casi agotadas
El bombardeo de ayer de las inmediaciones de la ciudad occidental ucraniana de Leópolis, hasta ahora refugio de muchas personas que huían del este del país, podría provocar una nueva ola de refugiados a Polonia y otros países vecinos de Ucrania, advierte la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
“Si hay una escalada del conflicto en la ciudad y sus cercanías, habrá renovados movimientos de población hacia la frontera”, subrayó el portavoz de Acnur Matthew Saltmarsh. Los refugiados ucranianos en otros países desde el inicio de la guerra subieron ayer a 3,27 millones. Y Polonia, cuya frontera se encuentra 80 kilómetros al oeste de Leópolis, ha acogido a más de dos millones de estas personas que huyen de la guerra y la catástrofe humanitaria, según Acnur.
Los rusos lanzaron ayer seis misiles de crucero desde un submarino ubicado en el mar Negro hacia Leópolis, según un informe militar que recoge la agencia local Interfax-Ukraine.
Dos de esos misiles de fabricación rusa, con un alcance máximo de 3.000 kilómetros, fueron destruidos en el aire por las fuerzas antiaéreas del comando occidental ucraniano, dice el informe, que precisa que los proyectiles rusos impactaron cerca del aeropuerto de Leópolis.
Precisamente, horas antes el alcalde de Leópolis, Andriy Sadovy, informó que el Ejército ruso había bombardeado los alrededores del aeropuerto de esta ciudad, que se ha convertido en el punto de paso que usan la mayoría de los ucranianos que huyen hacia la Unión Europea entrando por Polonia.
Al menos dos personas han muerto y seis han resultado heridas en los nuevos bombardeos nocturnos llevados a cabo por el Ejército ruso en las localidades de Severodonetsk y Rubizhne, en la región de Lugansk, en la parte oriental de Ucrania. Los ataques han afectado más de una veintena de edificaciones en esas poblaciones y han destruido importantes infraestructuras, según la jefatura de la administración regional de Lugansk, informó la agencia Interfax-Ukraine.
El portavoz de Acnur aseguró que las necesidades humanitarias en Ucrania (con millones de desplazados internos) y en los países de acogida están “aumentando exponencialmente”, y 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y asistencia.
Mientras tanto las reservas de agua y comida de los habitantes de Mariúpol, ciudad del sureste de Ucrania sitiada por las tropas rusas desde hace dos semanas, se están acabando y prácticamente no se ha permitido la entrada de ayuda humanitaria en este tiempo, alertó el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA).
“La única manera de asistir a Mariúpol es a través de convoyes humanitarios, que por ahora no han logrado entrar”, señaló el coordinador de emergencias para Ucrania del PMA Jakob Kern, en videoconferencia desde Cracovia (Polonia).
Otras ciudades parcialmente cercadas como Járkov, Kiev, Odesa o Sumy sí han podido recibir ayuda del programa de Naciones Unidas, que ha movilizado suministros para alimentar a tres millones de personas durante un mes, destacó el responsable del PMA.
El organismo humanitario ya ha conseguido enviar a diferentes zonas de Ucrania 12.000 toneladas de esta ayuda, y otras 8.000 toneladas están esperando en países cercanos para poder acceder a Ucrania.
Rusia declaró ayer que los cargamentos con armas que llegan a Ucrania estos días serán considerados como objetivos “legítimos” de ataque, según el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien subrayó que la “operación militar especial” rusa en Ucrania busca precisamente “eliminar cualquier amenaza” que pueda partir de ese país para Rusia. También busca “proteger a la población civil” del Donbás, que “ha sufrido ataques durante ocho años”, aseveró.
Lavrov opinó que tarde o temprano la actual situación “anómala” entre Rusia y Ucrania llegará a su fin, pero opinó que Occidente impedirá una pronta normalización de los lazos entre ambos países.
El Ministerio ruso de Defensa aseguró que las tropas prorrusas de Lugansk, con el apoyo del fuego ruso, ha “liberado más del 90 % del territorio” de la autoproclamada república separatista. Mariúpol, ciudad de casi 450.000 habitantes a orillas del mar interior de Azov, está sufriendo un bloqueo desde hace 17 días, y en su entorno hay entre 12.000 y 14.000 soldados rusos, afirmó el diputado ucraniano Sergiy Taruta.
Finalmente 130 personas han sido rescatadas con vida del refugio antiaéreo construido bajo el Teatro del Drama de Mariúpol, bombardeado hace dos días en un ataque que Kiev atribuye al Ejército ruso.
El teatro, que quedó totalmente destruido, alberga un sótano que, de acuerdo con las autoridades ucranianas, servía de refugio habitualmente a entre 1.000 y 1.200 personas. Casi el 70 % de las casas de la ciudad han resultado dañadas por los bombardeos y algunas de ellas no podrán ser restauradas, lo que indica que podría haber una gran cantidad de víctimas entre sus escombros, dijo Denisova Liudmyla Denisova, comisionada de Derechos Humanos del parlamento ucraniano.
El estadounidense Joe Hurston, un ‘piloto misionero’ que ha llevado ayuda humanitaria a damnificados en 47 países, viajará hoy a Ucrania desde Florida con un propósito: entregar en los refugios y áreas más castigadas pequeñas pero muy eficaces unidades portátiles de purificadores de agua. Con solo diez dispositivos que lleva y caben en los armarios de la cabina del avión en que volará a Varsovia (Polonia), más de 10.000 damnificados podrán beber agua potable al día. Pero su plan prosigue. No lleva balas ni pistolas, sino la esperanza para los refugiados que viven una terrible pesadilla.