Activistas climáticos bloquean acceso a terminal aérea privada de Viena
El grupo medioambiental Blockgas está detrás de este bloque al aeropuerto
Un grupo de activistas en defensa del clima han bloqueado este 26 de marzo el acceso por carretera a la terminal privada del aeropuerto de Viena, como parte de una serie de acciones en protesta contra la celebración a partir de mañana en la capital austríaca de una conferencia de empresas y operadores de gas.
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Leer másLos activistas, pertenecientes a la plataforma BlockGas denunciaron que mientras "lobistas, inversores y directivos" viajan a Viena en jets privados para la conferencia "innumerables personas no pueden pagar la factura del gas".
La Policía informó de que unas 13 personas se pegaron al pavimento de la carretera para bloquear el tráfico, que fue desviado por una ruta alternativa.
Por ello, los activistas no fueron desalojados y acabaron abandonando el bloqueo tiempo después, y serán denunciados por violar la ley que regula las manifestaciones.
Ya ayer unos 30 personas, según la Policía, bloquearon un puente sobre el canal del Danubio que discurre por el centro de Viena, y tiñeron de verde el agua con un producto que aseguraron era biológico y totalmente inocuo.
La principal protesta se espera mañana, cuando comienza en Viena la European Gas Conference, un encuentro de la industria del gas durante el que, asegura en su página web, se discutirá la seguridad del suministro de ese combustible a Europa.
Los activistas, por su parte, acusan a la conferencia de ser un intento de "lavar la cara" del gas.
"Aquí en Viena, a puerta cerrada, el lobby del gas quiere imponer una vez más sus destructores intereses de los combustibles fósiles", ha denunciado Anselm Schindler, portavoz de BlockGas, una asociación de grupos de diferentes países de Europa que asegura luchar "por la justicia climática y la justicia social".
Este colectivo ha anunciado diferentes protestas, con activistas llegados de toda Europa, para intentar bloquear la celebración de la conferencia, que se celebra desde el lunes al miércoles en un hotel cuyo nombre no se ha revelado y a la que no tendrán acceso los medios de comunicación.