¿Aire fresco en la política guatemalteca?
En medio de escándalos Bernardo Arévalo llega a la presidencia con un mensaje renovador para el país
El pasado domingo 20 de agosto, al igual que en Ecuador, Guatemala convocó a las urnas a sus ciudadanos para decidir al próximo presidente del país. La segunda vuelta se desarrolló entre el progresista Bernardo Arévalo y la populista Sandra Torres. Conocidos los resultados se proclamó ganador a Bernardo Arévalo por el partido Semilla con el 58% de los votos.
Guatemala espera una nueva 'primavera' con la elección de Bernardo Arévalo
Leer másEn medio de escándalos Arévalo llega al poder con un mensaje renovador para Guatemala: luchar contra la corrupción; pero resulta sorprendente que días antes de la elección, el fiscal contra la impunidad de Guatemala señaló que existían varias irregularidades respecto a la inscripción del partido Semilla y que incluso en los próximos días se podrían llevar a cabo detenciones.
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Por otra parte, Sandra Torres es la esposa del expresidente de Guatemala, Álvaro Colom, quien a partir de 2011 cuando su marido finalizó su mandato decidió dejar atrás su cargo de primera dama para buscar la presidencia de la República. Han sido ya tres ocasiones en las que ella ha intentado ocupar el Palacio Verde sin éxito. Torres ha formado parte de la tradicional élite política, provocando que esa identidad genere rechazo en muchos electores.
Por esta razón Arévalo es otra de las demostraciones en la región de que la ciudadanía busca un cambio, incluso uno que acarrea nuevos discursos. Las formas están más en juego que el fondo. Otra curiosidad electoral es que tanto en Ecuador como en Guatemala los políticos que salieron favorecidos por los resultados, concretamente Daniel Noboa y el ya presidente guatemalteco, no eran los que tenían más opción, sino que al inicio de las campañas se ubicaban en una posición de desventaja frente a los otros candidatos.
Esto merece un análisis de política comparada para demostrar que el electorado de hoy busca un cambio y rechaza efusivamente la polarización de la política. Por su parte, Daniel Noboa manejó un discurso diáfano, sin determinar a sus adversarios políticos, sino más bien proponiendo cambios para alcanzar la prosperidad que a Ecuador tanta falta le hace. Noboa fue el único candidato que no se embarcó en la discusión del correísmo vs. anticorreísmo, representando a ese porcentaje de la sociedad que ya se cansó de las mismas pugnas políticas.
En un entorno de incertidumbre Guatemala elige su presidente
Leer másAunque diferentes ideológicamente, Bernardo Arévalo también diseñó un discurso cercano a los ciudadanos, prometiendo que finalmente acabaría con la mala utilización de los fondos públicos; que este enunciado se convierta en realidad será materia de un próximo análisis, pero esa sensibilidad frente a las necesidades del electorado es lo que los ubicó en los primeros lugares de ambas contiendas políticas.
El establishment político está en jaque en varios países de la región, esto puede significar una nueva oportunidad para que la práctica política se renueve o quizá también para demostrar que las formas no son suficientes para la aplicación de políticas públicas efectivas.
Sin duda alguna, los nuevos mandatarios de países como Guatemala y Ecuador se enfrentarán a ciudadanos con altas expectativas, donde podrán comprobar si finalmente se han decidido por representantes por los que vale la pena luchar.
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