Bukele dialoga con senador republicano de EE.UU. sobre medidas de seguridad
En la reunión hablaron sobre la cooperación entre Estados Unidos y El Salvador y sobre "la importancia del orden democrático
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, recibió este 31 de marzo en San Salvador al senador republicano Marco Rubio, representante del estado de Florida y quien jugó un papel central en la política hacia Latinoamérica del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Madres de los detenidos en El Salvador protestan y piden su liberación
Leer másLa oficina del senador dio a conocer este viernes el encuentro y publicó unas fotos en las que se ve a Bukele y Rubio conversando sonrientes.
Durante la reunión, ambos hablaron sobre las medidas en materia de seguridad que ha impulsado Bukele, así como la cooperación entre Estados Unidos y El Salvador y sobre "la importancia del orden democrático" en el continente americano, detalló la oficina de Rubio en un comunicado.
En esa nota de prensa, Rubio afirmó que la reunión fue "productiva" y aprovechó para criticar al Gobierno de Joe Biden, quien se ha mostrado crítico con las políticas de Bukele.
"En un momento en que la Administración Biden activamente aleja a nuestros aliados y opta por apaciguar a dictadores asesinos en nuestra región, es importante que apoyemos a los líderes democráticos de nuestro hemisferio que están liderando la lucha contra las pandillas asesinas y criminales en Centroamérica", afirmó Rubio, según recoge el comunicado.
El encuentro se dio a conocer justo después de que Bukele cuestionara los motivos de la imputación de Trump, aspirante a la nominación republicana para las elecciones de 2024.
"Imaginen que esto pasara con un candidato presidencial de la oposición líder aquí en El Salvador", dijo en Twitter Bukele, quien consideró que a partir de ahora será difícil que EE.UU. condene "la persecución política" en otros países.
Un año del régimen de excepción en El Salvador entre denuncias y aprobación
Leer másEl Salvador cumplió el 27 de marzo un año en estado de excepción, una medida que Bukele proclamó para combatir a las pandillas y que establece la suspensión de las garantías constitucionales, como por ejemplo el derecho de quienes son detenidos a contar con la defensa de un abogado.
Hasta la fecha, 66.417 personas fueron detenidas, algunas de ellas -según denuncian organizaciones de derechos humanos- sin tener relación alguna con las pandillas.
En su informe anual de derechos humanos, publicado el 20 de marzo, EE.UU. destacó las denuncias de abusos a los derechos humanos que se han producido en El Salvador durante el estado de excepción y afirmó que, entre otras cosas, ese nuevo régimen ha llevado a un empeoramiento de las condiciones en las cárceles de El Salvador.
El reciente traslado a una prisión salvadoreña de 2.000 supuestos pandilleros sin camiseta, esposados, agachados y amontonados fue ampliamente criticado por defensores de derechos humanos por la falta de humanidad en el trato.