¿Qué busca Donald Trump con los nuevos aranceles a países que exportan a EE.UU.?
El presidente estadounidense defiende sus nuevas tarifas como una medida para impulsar el crecimiento económico
En un encendido discurso desde la Rosaleda de la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de aranceles globales mínimos del 10 % a las importaciones, además de tarifas específicas por país. Según el mandatario, estos gravámenes traerán “un crecimiento nunca visto” y representan una respuesta estratégica ante el desequilibrio comercial que, en su opinión, ha perjudicado por décadas a la economía estadounidense.
“Estos aranceles no son totalmente recíprocos, son recíprocos amables”, declaró Trump al referirse a las tarifas impuestas a países que, según él, han mantenido barreras desproporcionadas contra productos de Estados Unidos.
¿Una política para impulsar el crecimiento?
Trump asegura que los nuevos aranceles permitirán reactivar sectores industriales debilitados y atraerán nuevas inversiones dentro del país, especialmente en manufactura. “Será un crecimiento muy especial de ver y llegará antes de lo que muchos creen”, aseguró el mandatario, en lo que llamó el “Día de la Liberación” económica de Estados Unidos.
Protección frente a prácticas "injustas"
El presidente argumentó que estas medidas no buscan castigar a otros países, sino equilibrar las condiciones comerciales. Aseguró que varias naciones imponen altos aranceles a los productos estadounidenses, bloquean su entrada o manipulan divisas para favorecer sus exportaciones.
“Mi respuesta es muy simple: si quieren un arancel cero, entonces fabriquen aquí en Estados Unidos, porque aquí no hay arancel”, sentenció Trump.
Presión para reducir barreras
Trump también dejó claro que muchos líderes extranjeros han solicitado exenciones para sus países, a lo que respondió con firmeza: “Terminen sus propios aranceles, bajen las barreras y no manipulen las divisas”.
El objetivo, según dijo, es forzar a los socios comerciales a negociar nuevas condiciones más favorables para EE.UU. y fomentar la relocalización de fábricas y empleos dentro del país.
Es así como nuevos aranceles no solo representan un giro proteccionista, sino una herramienta de presión política y económica que, según Trump, busca recuperar la supremacía industrial estadounidense.
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