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PEKÍN. Un hombre descansa en medio de un pasillo de uno de los centros comerciales más concurridos en esta capital, donde sus habitantes siguen en sus casas por temor al contagio de coronavirus.ROMAN PILIPEY / EFE

Coronavirus: China vive un destello de esperanza por el descenso de nuevos casos

La epidemia presenta un descenso del 48,2 % respecto al martes de la semana anterior

Mientras 400 científicos de todo el mundo terminan hoy una reunión de dos días para evaluar diversos medios para luchar contra la epidemia, China comienza a vislumbrar una vía de salida, aunque bastante incierta aún, a la pesadilla que vive a causa de la epidemia del coronavirus, que mantiene al país prácticamente paralizado y a la inmensa mayoría de la población encerrada en sus casas desde hace ya casi tres semanas.

El crecimiento de los nuevos casos de la neumonía causada por el virus lleva siete días reduciéndose desde que el 4 de febrero alcanzó un pico de 3.887 personas.

Y los últimos datos publicados hoy por la Comisión Nacional de Sanidad, que recogen las 24 horas transcurridas hasta la medianoche del martes, cifran los nuevos contagiados en 2.015, un descenso del 48,2 por ciento respecto al martes de la semana anterior. Se trata de la mayor caída en el número de nuevos contagiados desde el 30 de enero. La tasa de recuperación de la neumonía se sitúa pues en el 10,6 %, cuando el 27 de enero todavía estaba en el 1,3 %, otro dato que podría inducir al optimismo.

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InfografíaEFE

El pico, a finales de febrero

El prestigioso epidemiólogo chino Zhong Nanshan, jefe del equipo nacional de expertos al frente de la lucha contra el virus, afirmó a algunos medios que el pico de la infección -cuando se alcance el máximo de casos y estos comiencen a declinar- podría alcanzarse a finales de febrero en el sur de China.

Sin embargo, el mismo neumólogo - muy respetado en el país por su protagonismo en la lucha contra el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) en 2003 - había pronosticado ya anteriormente el punto de inflexión de la epidemia para principios de este mes.

Zhong, de 83 años, se mostró hoy precavido: "nadie puede predecir con exactitud" el pico de la enfermedad, ya que todavía hay demasiadas variables abiertas, según recoge el diario oficial Global Times.

Respecto a la posibilidad de que el regreso al trabajo de los chinos que han prolongado todavía sus vacaciones por el Año Nuevo lunar pueda extender la epidemia, el científico la consideró "baja" debido a que la mayoría de los portadores del virus ya deberían haber mostrado síntomas tras el extendido período festivo.

Trabajando desde casa

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PEKÍN. Una empresa de mensajería coloca los paquetes fuera de un complejo residencial, a la espera de que los dueños vayan por sus envíos.WU HONG / EFE

Encerrados en casa por miedo a contagiarse con el nuevo cornavirus, millones de chinos recurren a internet para seguir con su vida diaria, ya sea trabajando desde casa, estudiando a distancia o visitando virtualmente museos y exposiciones.

China sigue en crisis desde que apareció el coronavirus, con el país paralizado y el gobierno insistiendo en que la gente se quede en casa para evitar más contagios.

El resultado es un boom en el uso de las plataformas en internet de gigantes como Alibaba, Tencent y Huawei, cuyas aplicaciones son ahora las más descargadas. Tencent indicó que la actividad de su aplicación WeChat Work, que sirve para coordinar el trabajo a distancia de varias personas, se multiplicó por diez desde el 10 de febrero, cuando China volvió al trabajo tras las vacaciones del Año Nuevo, prolongadas por el coronavirus.

Por su parte la aplicación DingTalk, de Alibaba, registró su mayor tráfico en sus cinco años de existencia, con cerca de 200 millones de personas que la usan para trabajar desde casa, dijo la compañía a la prensa china. Huawei dijo por su parte que su plataforma WeLink recibe cada día un millón de usuarios nuevos. "Acabamos de ayudar a una escuela de arte a abrir sus clases de pintura online y estamos ayudando a una escuela de música en sus clases virtuales", dijo Eric Yang, el jefe ejecutivo de iTutorGroup, una compañía de Shangái, que asegura haber aumentado su actividad en más de un 200%.

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El virus, que ha matado a más de 1.100 personas e infectó a 45.000, ha obligado a cerrar plantas en todo el país y tendrá consecuencias sobre el crecimiento de la segunda economía mundial.

En 2003, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) contribuyó a desarrollar el comercio en internet en China y se espera que el coronavirus también "acelere el cambio estructural a largo plazo" hacia una economía digital, según S&P Global Ratings.

Consultas médicas a distancia

Muchos hospitales, saturados con la gente que quiere saber si tiene el coronavirus, están optando por la telemedicina para clasificar a los pacientes en función de su gravedad, indicó la prensa oficial.

Muchos museos y centros culturales están cerrados pero algunos lugares, como la Ciudad Prohibida de Pekín o el museo de los guerreros de terracota de Xi'an, crearon visitas virtuales, mientras que el zoo de Shangái muestra a sus pandas en las redes sociales. Incluso las ruedas de prensa diarias del ministro de Exteriores se hacen ahora online.

Las escuelas del país están cerradas hasta marzo y muchas intentan seguir la consigna del ministerio de Educación que pidió "detener las clases pero no dejar de aprender". Grace Wu, cuya hija Charlotte de nueve años está inscrita en la Shanghai American School, ahora cerrada, ya se preparaba para pasarse muchas semanas en casa. "Son dos preocupaciones. Primero por el coronavirus y luego por la enseñanza", dijo Wu.

Pero la semana pasada la escuela decidió volver a dar clases por internet hasta que vuelva la normalidad. Charlotte y sus compañeros de clase se han adaptado a la situación e incluso organizaron una fiesta de cumpleaños virtual a través del sistema de videoconferencia Zoom.

Según Alibaba más de 300 ciudades de 30 provincias del país está utilizando este sistema de clases a distancia con cerca de 50 millones de usuarios. Sin embargo el recurso a internet también ha saturado las redes. Alibaba dijo a la prensa estatal que ha instalado más de 10.000 nuevos servidores.

Algunos proveedores inventan nuevos servicios, como un sistema para esconder el fondo de la imagen durante una videoconferencia para que el que recibe la llamada no se dé cuenta de que su interlocutor esté en su casa y parezca más "profesional".

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Los chinos ya están muy conectados y utilizan sus teléfonos para comprar, pedir comida, buscar pareja, pagar facturas o expresarse. Wang Guanxin, un profesor de iTutorGroup, cree que con el coronavirus será un "giro decisivo" para la industria. "Objetivamente permitirá a la gente que desconfía o no utiliza la enseñanza a distancia cambiar su punto de vista", aseguró.

"Quiero salir a jugar con el virus"

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PEKÍN. Un par de niños juegan solos en un parque aledaño a su casa. Así como ellos, millones viven un encierro obligado por el temor de sus padres al contagio con el coronavirus.ROMAN PILIPEY / EFE

Y entre las incontables historias que pueden proporcionar cerca de 1.400 millones de chinos encerrados en sus casas desde hace semanas destaca la de los niños, que se cuentan también por millones y que viven sin guarderías ni colegios, todos ellos con las puertas cerradas sin fecha de reapertura.

Un vídeo que se hizo viral en la red social china Weibo, similar a Twitter, mostraba a un pequeño, de apenas 3 años, implorando a su madre para que le deje salir a la calle de una vez a jugar. La madre le responde que hay un virus afuera y el niño insiste: "Yo no puedo verle. Quiero de verdad salir afuera y jugar con el virus".

Otro vídeo, este difundido por el oficial Diario del Pueblo, muestra a dos enfermeros enfundados en trajes de protección blancos, que se turnan para cuidar a tres pequeños cuyos padres han tenido que irse de casa para guardar cuarentena en otra parte.