Coronavirus: la difícil recuperación de una joven que venció a la enfermedad
"Salí de cuidados intensivos, pero tengo que acordarme de cómo respirar", cuenta la mujer que reside en Londres
Desde el momento en el que nacemos y hasta que morimos respiramos. Y posiblemente, esta es la acción más necesaria y al mismo tiempo involuntaria, que realiza el ser humano. Cada minuto inhalamos y exhalamos de 5 a 6 litros de aire, por lo que en un día estaríamos respirando entre 7 mil y 8 mil 600 litros, pero al ser un proceso tan natural seguramente ni siquiera nos damos cuenta.
Para muchos no es necesario pensar constantemente en dejar entrar y salir aire de sus pulmones. Pero, la historia es completamente distinta para una joven que se recupera de un grave caso de Covid-19 en Londres, Reino Unido.
Su nombre es Ria Lakhani, no puede abrazar a su esposo o ver a sus padres y hermanos porque está en aislamiento, y ahora está aprendiendo algo que la mayoría de nosotros nunca imaginaría: respirar sin esfuerzo.
Solía ser una acción muy natural, pero ahora tengo que acordarme de cómo inhalar y exhalar
Ria comenzó a mostrar los síntomas del virus cuando estaba en el hospital, donde había sido ingresada por una operación para corregir su acalasia, una condición que le dificultaba ingerir alimentos. La joven asegura que esa propia enfermedad la hizo especialmente cuidadosa de su salud.
A pesar de que su ingreso al centro hospitalario era de rutina, durante su recuperación comenzó a tener problemas para respirar, y después se le sumó la fiebre.
Si bien todos esperaban que fuera solo un efecto secundario de su cirugía, como medida de precaución, le hicieron una prueba de covid-19 que resultó positiva.
"Mi habitación fue acordonada y el resto de la sala fue evacuada… Extraño mucho a mi familia. Con las pruebas de covid-19 tan limitadas me sentí avergonzada de que me hicieran una tan rápido cuando hay otros que tienen más probabilidades de tenerlo. Estaba segura de que sería negativo. Seguí todas las medidas de precaución", comentaba Ría a través de Facebook, donde comenzó a documentar su experiencia.
Cuando su condición se empeoró y comenzó a requerir de más oxígeno, fue transferida a uno de los principales centros de tratamiento de coronavirus en Londres, donde la joven sintió las miradas de preocupación de los médicos que la supervisaron durante esos días difíciles.
Las cosas fueron de mal en peor: respirar se volvió tan difícil como escalar una montaña.
Pero a pesar de su complicada condición, surgieron cosas positivas que le dieron esperanzas a la joven y a los médicos. Ría desarrolló un vínculo con una mujer sorda de 96 años, llamada Iris, en la cama vecina. Comenzaron a cuidarse la una a la otra a pesar de la diferencia de edad.
También encontró esperanza en los pequeños actos de amabilidad del personal médico, a quienes describe como "verdaderos héroes".
Ria aun no tiene claro si desarrolló neumonía. En el hospital, al principio, apenas podía moverse y le dieron dosis de morfina para el dolor. Su recuperación ha sido lenta, dice que incluso le era difícil hablar.
Decir una frase era como correr un maratón
En cierta forma, la parte más complicada ya ha pasado, ahora la joven se encuentra en casa, aunque tiene que mantenerse distante de su esposo y continúa asediada por ataques de tos.
"Casi no salgo de allí -hospital-. Hubo un momento en que realmente comencé a escribir mensajes de despedida a mi familia. Casi muero y ahora estoy viva. ¿Cómo puede la vida volver a la normalidad después de eso?", agrega.
Pero ahora está aliviada de que pudo derrotar al virus, especialmente considerando cuántas personas han podido hacerlo. Sólo en las últimas 24 horas, Reino Unido registró más de 980 muertes, según Matt Hancock, secretario de Salud. Este es número más alto de fallecimientos registrados en un día en ese país.
