Coronavirus: Londres amplía sus aceras para favorecer el distanciamiento social
Las autoridades de la capital británica multiplicará por 10 el número de kilómetros recorridos en bicicleta y por 5 las caminatas el confinamiento
Las calles de Londres se transformarán, con aceras más amplias para los peatones y más carriles para bicicletas, con el objetivo de facilitar el distanciamiento físico contra la propagación del coronavirus, anunció el alcalde Sadiq Khan.
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Leer másLas medidas buscan evitar que el transporte público se sobrecargue una vez que los británicos regresen al trabajo y promover alternativas a los contaminantes viajes en automóvil.
Estos cambios podrían multiplicar por diez el número de kilómetros recorridos en bicicleta y por cinco las caminatas una vez que se levante el confinamiento, aseguran el ayuntamiento y la autoridad de transporte londinense en un comunicado.
Para lograrlo, Londres creará una nueva red temporal de carriles bici, siguiendo el ejemplo de ciudades como Berlín o Nueva York que ya modificaron sus calles para facilitar los desplazamientos en bicicleta.
Asimismo, se ampliarán las aceras en las calles comerciales para permitir que la gente mantenga la distancia al cruzarse o al hacer cola a la entrada de las tiendas.
Para permitir estos cambios, se reubicarán aparcamientos y carriles para automóviles.
"La capacidad de nuestro transporte público se reducirá significativamente tras el coronavirus debido a los enormes desafíos que enfrentamos en términos de distanciamiento social", afirmó el laborista Khan, citado en el comunicado.
Llamó así a quienes puedan trabajar desde casa a seguir haciéndolo y afirmó querer ayudar a "quienes tienen que ir a trabajar".
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Leer másKhan quiere también permitir que "los muchos londinenses que han redescubierto la alegría de caminar o ir en bicicleta durante el confinamiento" lo hagan en seguridad.
Desconfinamiento ¿el lunes?
El Reino Unido podría empezar el próximo lunes a relajar gradualmente algunas de las actuales restricciones para frenar la pandemia, según adelantó este miércoles su primer ministro, Boris Johnson, pese a cifrarse el número de muertos por COVID-19 en 30.076 personas.
El líder del Ejecutivo conservador compareció por primera vez ante el Parlamento tras su regreso al trabajo -recuperado del coronavirus. Hoy, además, protagonizó el primer cara a cara en los Comunes con el nuevo líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, en la sesión semanal de preguntas al primer ministro.
London’s road to recovery cannot be clogged with cars. It has to be one Londoners can walk and cycle down as part of a greener, cleaner, healthier future.
— Sadiq Khan (@SadiqKhan) May 5, 2020
We're finding new ways to help Londoners cycle around our city. #StreetspaceLDNpic.twitter.com/qvsGQisKhP
Su intervención llega en un momento en que el total de fallecidos en el país tras haber dado positivo en un test ascendió a 30.076, tras confirmarse 649 nuevos muertos por la enfermedad, según datos divulgados por el Gobierno.
El Reino Unido, que ha detectado 6.111 nuevos contagios en las últimas 24 horas, sigue siendo el país más afectado de Europa por el coronavirus, de acuerdo con el registro oficial de fallecidos.
Si bien el Ejecutivo deberá revisar mañana, por ley, las actuales medidas en vigor, Johnson explicó que esperará hasta el fin de semana para anunciar a la nación sus proyectos en este sentido, ya que así dispondrá de datos actualizados.
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Leer másCon relación a este punto, el político advirtió de que sería "un desastre económico" suavizar el confinamiento de una manera que pudiera disparar un repunte en los casos de infectados por el virus.
Por su parte, un inquisitivo Starmer reprochó al Ejecutivo su "lentitud" a la hora de haber adoptado, en primer lugar, las medidas de confinamiento, así como en otros asuntos clave, como el suministro de equipos de protección personal a sanitarios o el número de test de coronavirus realizados cada día.
Actualmente se practican "alrededor de unos 100.000 test diarios", según recordó hoy Johnson, quien reveló que la "ambición" de su Gobierno es "llegar a 200.000 antes de finales de este mes", y a partir de ahí, elevar el número.
Según subrayó el "premier", "un régimen de test fantástico va a ser absolutamente crítico para la recuperación de la economía a largo plazo", algo que preocupa sobremanera en el país frente a los últimos indicadores divulgados.
Sin embargo, el número de test diarios ha caído por cuarta jornada consecutiva por debajo de esos 100.000 y, en las últimas 24 horas, se llevaron a cabo 69.463.
Posteriormente, un portavoz de Downing Street -el despacho oficial de Johnon- matizó que no se prevé un levantamiento de todas las medidas de distanciamiento social "al mismo tiempo" y aclaró que "no todo va a volver a la normalidad a la vez".
Por su parte, el portavoz oficial de Starmer confirmó hoy que el líder laborista planteará mañana a Johnson la necesidad de que exista un "consenso nacional" a la hora de aplicar la estrategia de desescalada, teniendo en cuenta la seguridad ciudadana y la protección de los trabajadores considerados esenciales (como médicos o profesores).
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Leer másEl Ejecutivo anunció ayer que, como parte de esa estrategia, un reducido grupo de ciudadanos de la isla de Wight ya ha comenzado a descargarse una aplicación de móvil que detecta si se ha estado en contacto con personas que hayan desarrollado síntomas de COVID-19.
A la espera de saberse cuál será el plan gubernamental para regresar gradualmente a la normalidad, el aeropuerto londinense de Heathrow, el de mayor tráfico en Europa, reveló hoy que empezará a tomar la temperatura de los pasajeros de cara a establecer unos niveles internacionales de seguridad para evitar la propagación de la COVID-19.
El objetivo, según explicó el consejero delegado de Heathrow, John Holland-Kaye, es probar una nueva tecnología que pueda servir para acordar a nivel internacional unos estándares de control del virus, a fin de que los pasajeros puedan volver a volar y reducir el riesgo de contagiarse del coronavirus.