Los cuatro niños perdidos en la selva colombiana resulta aún un misterio
Ellos son sobrevivientes de la tragedia de una nave en la que viajaban y se estrelló en el sur de Colombia
Ha pasado un mes y sigue siendo un misterio el paradero de los cuatro hermanos -de entre 1 y 13 años- que supuestamente sobrevivieron después de que el avión en el que viajaban se estrellase en mitad de la selva en el sur de Colombia.
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Leer másCasi 200 personas (unos 120 militares y 73 indígenas) recorren día y noche la zona donde el 1 de mayo se accidentó el avión Cessna 206 en el que viajaban Lesly Mukutuy, de 13 años; Soleiny Mukutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mukutuy, de 4 años, y la bebé Cristin Neriman Ronoque Mukutuy, de 1 año, junto a su madre, un líder indígena y el piloto, cuyos cuerpos fueron encontrados en la aeronave.
Y a pesar de que el paso del tiempo preocupa, las autoridades no pierden la fe: "Estamos ya cerrando el cerco; creemos que estamos supremamente cerca", asegura el general Pedro Sánchez, comandante de las fuerzas especiales quien lidera la operación de búsqueda y rescate.
"Estamos seguros de que nos hemos cruzado con ellos", dice el general Sánchez, pero los niños "siguen dando vueltas", lo que hace muy complejo encontrarlos en una selva, la del Guaviare, en el Parque del Chiribiquete, virgen y espesa, donde la visibilidad se reduce a 20 metros.
Pero hay un mantra que se repite entre los equipos de búsqueda: "Ellos están vivos hasta que no confirmemos lo contrario".
"Si estuvieran muertos, ya los hubiéramos encontrado", explica la directora del estatal Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Astrid Cáceres, porque "el olor atraería animales que nos orientarían dónde están".
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Leer másLa primera hipótesis actual, dice la directora del ICBF, es que al principio los niños "se alejaron, se fueron selva adentro", pero ahora podrían haber regresado al avión o por una cañada que están siguiendo.
Las Fuerzas Militares aseguraron este martes que encontraron una huella, supuestamente de la niña más mayor, en el fango, lo que ha devuelto la "ilusión" a la búsqueda.
Pero lo cierto es que hasta el momento apenas se han encontrado varias huellas de ese tipo, un refugio que supuestamente usaron los niños, un tetero (biberón) y pañales de la más pequeña y alguna fruta mordida. Todo a pocos kilómetros del avión.
"Ahí en la selva a 20 metros no se ve absolutamente nada, así que imagínate encontrar la tapa de un tetero... es prácticamente imposible. Pero nosotros hacemos eso, desafiamos lo imposible", asegura el general Sánchez.