
Dos muñecas danzantes acompañan a los migrantes
Lo monigotes han hecho también el camino hacia EE. UU. de los venezolanos
Yesica y Catalina son dos muñecas danzantes que han acompañado a un grupo de venezolanos en su travesía por Sudamérica y Centroamérica, y en la frontera de México con Guatemala, donde quienes las manejan usan su baile para sobrevivir en la ruta migratoria.
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Para realizar esta danza, usan alrededor de unos ocho palos de madera y tubos de plástico que se amarran a los pies de Yendri Pérez y las dos muñecas que llevan alegría a sus compatriotas.
Este migrante sudamericano, de unos 30 años, era camillero en Venezuela, pero migró a Colombia y fue en ese país que empezó con esta actividad danzarina para subsistir y avanzar en su tránsito a los Estados Unidos.
- Panorama. Las solicitudes de refugio en México crecen mientras aumentan las restricciones en Estados Unidos, que en mayo pasado reemplazó el Título 42.
“Nosotros venimos en una lucha porque queremos un mejor futuro y esto es lo que hacemos para seguir adelante y le da a uno motivación”, indica.
El migrante recorrió al menos ocho países desde Venezuela hasta México con sus muñecas danzarinas a cuesta que lo han acompañado en toda su travesía y llevan mensajes de fortaleza y esperanza a los migrantes que, como él, cruzan los países para llegar a Estados Unidos.
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Wilson Farías González, otro compatriota venezolano, lleva una bocina para acompañar a las muñecas y ganarse un dinero para comprar sus alimentos y seguir su tránsito.
Lo hacemos para que la gente se sienta orgullosa y sacarle ese rumor que lleva, la alegría y sonrisa que se siente. Yo trabajo en pintura y con el presidente (Nicolás Maduro) todo se fue a nada. Tocó dejar el país.
Estos migrantes y sus muñecas llevan un mes en su travesía desde Colombia hasta la frontera de México con Guatemala, donde ahora llevan su espectáculo a cientos de migrantes que están varados en Suchiate, además de algunos comercios y espacios públicos para ganar algo de dinero.
Al ver el espectáculo, la empresaria de Suchiate Dilma Barrios Escobar pide resolver la situación migratoria en los límites de México con Centroamérica, donde miles están en espera de una solución en sus trámites. “Aquí el Instituto Nacional de Migración (INM) tiene que hacer su fuerza de trabajo para agilizar los trámites de los migrantes, yo sé que la Secretaría de Gobernación (Segob) puede hacer muchos vínculos, se está trabajando, pero se requiere mayor agilidad”, indica la mujer.
COMPLICADO PANORAMA FRONTERIZO
En medio de las cifras récord de solicitudes de refugio en México y la consecuente saturación de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), organizaciones civiles han tomado el liderazgo para acoger a los migrantes y acompañarlos en su proceso legal.
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Con 74.764 solicitudes en el primer semestre del año, el coordinador general de la Comar, Andrés Ramírez, reconoció que esperan llegar hasta las 150.000 en 2023, lo que supondría la cifra más alta registrada en el país.
Uno de los principales problemas que este incremento ha supuesto para el organismo de la Secretaría de Gobernación (Segob), con un presupuesto escueto que limita su capacidad operativa, son los retrasos que ha provocado la acumulación de casos.
En lo que va del año, en sus siete oficinas distribuidas a lo largo y ancho del país, la organización ha atendido a cerca de 8.000 solicitantes de refugio, especialmente provenientes de Centroamérica.