EE.UU. califica de "inaceptable" la incursión judía en Explanada de las Mezquitas
Más de un millar de colonos judíos irrumpen en el tercer lugar más sagrado del islam
Estados Unidos calificó de "inaceptable" la incursión este martes 13 de agosto de 2024 de 1.400 colonos judíos en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén porque altera el 'statu quo' del lugar y pone en riesgo las negociaciones para un alto el fuego y la liberación de los rehenes en la Franja de Gaza.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, dijo en una rueda de prensa que Estados Unidos apoya con firmeza que se mantenga el 'statu quo' vigente desde 1967, que establece que el recinto está reservado exclusivamente al culto de musulmanes, mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes.
"Cualquier acción unilateral como esta que pone en peligro el 'statu quo' es inaceptable. Y no solo inaceptable, sino que pone en riesgo un momento vital en el que estamos trabajando para cerrar el acuerdo de alto el fuego", señaló.
Aprovechando la festividad religiosa del Tisha B'av, entre cánticos y gritos de provocación, centenares de colonos -en su mayoría jóvenes, pero también adultos y mujeres- avanzaron por la explanada, conocida entre los judíos como el Monte del Templo por la creencia de que allí se levantó el Segundo Templo, el lugar más sagrado para el judaísmo.
Los colonos entraron en la explanada, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam, escoltados por la Policía y de manera organizada, en grupos. Algunos de los colonos enarbolaron banderas de Israel y rezaron en el lugar, pese a tenerlo prohibido.
En uno de esos grupos estuvo presente el ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista y colono Itamar Ben Gvir, quien ya ha protagonizado otras incursiones con anterioridad.
El portavoz del Departamento de Estado subrayó que incluso la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, dejó "claro" que la presencia del ministro no representa la política del Gobierno israelí.
INGRESO AZUZA UN CONFLICTO REGIONAL
La incursión ocurre mientras Estados Unidos, Catar y Egipto presionan, como países mediadores, a Israel y a Hamás para que cierren el acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes en Gaza que llevan tres meses negociando.
También mientras Israel permanece en alerta por un posible ataque de Irán en represalia por el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, y del líder militar de Hizbulá, Fuad Shukr, en Beirut.
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Los judíos, que entraron a la explanada escoltados por la Policía y de manera organizada, accedieron en grupos de 100, pero las tensiones ocasionadas hicieron que la Policía redujera a 50 las comitivas.
"Hemos logrado avances significativos en la soberanía de Israel aquí. Nuestra política es permitir la oración judía", dijo Ben Gvir desde el lugar en un mensaje divulgado en X.
Como suele ocurrir con las visitas del ministro ultra, la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha emitido un comunicado para desligarse de su actuación.
"El evento de esta mañana en el Monte del Templo es una excepción del statu quo", recoge el texto, en el que Netanyahu incidió en que la política israelí sobre el lugar sagrado "no ha cambiado" y que no existe ninguna "política privada" de Ben Gvir sobre el lugar, ya que legislar sobre él "depende del Gobierno y de su líder".
"Demandamos a la Administración estadounidense a intervenir inmediatamente y forzar al Gobierno de la ocupación (israelí) a frenar estas provocaciones contra los santos lugares religiosos", dijo este martes el portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudaineh, tras conocerse la incursión.
La visita a la Explanada de las Mezquitas en septiembre de 2000 del entonces líder del partido gobernante Likud, Ariel Sharon, fue el detonante de la Segunda Intifada.
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