Los escolares ucranianos entran en la Navidad tras su semestre más difícil
Se han acostumbrado a convivir en medio de los ataque de soldados rusos
Uno de los semestres escolares más difíciles de la historia de Ucrania termina con el inicio de las vacaciones de Navidad y después de que profesores y alumnos hayan desafiado durante meses el peligro, el estrés y los apagones provocados por la guerra.
Momentos después de que una campana señale el inicio de la última jornada antes de las vacaciones, las luces se apagan en la escuela de Stare Selo, un pueblo situado a unos 10 kilómetros de Léopolis.
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Leer másSu población ha sufrido cortes de electricidad todos los días a causa de los ataques rusos contra las infraestructuras energéticas del país.
Los cortes de electricidad y las alarmas aéreas no han impedido que sus escolares, al igual que cientos de miles de menores de las regiones occidentales, relativamente más seguras, asistieran a clase en los últimos cuatro meses.
Este viernes, los alumnos de 7º curso, que cursan mayoritariamente los chicos de 12 años, hacen un examen de literatura extranjera en el que comparten sus opiniones sobre sus lecturas.
Yuliya Kuryliuk, profesora y miembro del programa "Teach For Ukraine", lee sus apuntes con las preguntas. No ha podido imprimir las páginas con los exámenes. Pregunta a sus alumnos cómo John Boyne, autor de "El niño con el pijama de rayas", retrata la guerra en esta novela sobre el Holocausto.
Para sus alumnos, la guerra forma parte de la rutina diaria.
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Leer más"Tengo una lámpara que funciona con pilas, así que no tengo problemas", responde a EFE uno de ellos, Bohdan, a la pregunta de si son capaces de hacer sus deberes.
Otra estudiante, Veronika, cuenta con emoción cómo oyeron el sonido de las explosiones durante el ataque ruso con misiles en octubre.
Los niños acuden con curiosidad a compartir sus experiencias. Sin embargo, las secuelas de la guerra son muy profundas.
"Los niños de 11 a 14 años intentan escapar de la realidad. Ahora pasan mucho más tiempo pegados a sus móviles, jugando y viendo Tik-Tok", explica Yulia, quien afirma que le resulta más difícil motivarlos.
"Muchos se preguntan qué sentido tiene estudiar si todo lo que tienen puede desaparecer en cualquier momento", añade la maestra.
Yulia señala a los niños que los soldados, incluidos sus padres, luchan a diario y no conocen los días libres para protegerlos y darles la oportunidad de vivir en un futuro en paz. Da resultados.
La maestra también anima a los alumnos a expresar sus opiniones y sentimientos. "Estos niños ya son muy maduros", dice mientras muestra los ejercicios preparados por la 11ª clase, la de los mayores de la escuela, con 16 y 17 años. En ellos se mezclan palabras como "Bucha", "agotado", "victoria" y "paz".