Los Esteros del Iberá protegen a los últimos yaguaretés del noreste argentino
Se lucha para que la especie del felino vuelva a modelar el ecosistema
En las profundidades de la reserva natural de los Esteros del Iberá se resguardan los últimos yaguaretés de la provincia de Corrientes: un proyecto de reintroducción de fauna lucha por hacer renacer la especie y generar poblaciones autosustentables para que el felino más grande de América vuelva a modelar el ecosistema.
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Leer másA 150 kilómetros de la capital correntina, en el noreste de Argentina y atravesando otros 20 kilómetros entre tierra y arena, se encuentra el Portal San Nicolás, uno de los accesos turísticos al segundo mayor humedal del mundo, con 3,9 millones de hectáreas, por detrás del Pantanal -que abarca Brasil, Bolivia y Paraguay-.
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La ruta está decorada por carpinchos (capibaras) asoleándose, ciervos que curiosean a distancia y algún zorro gris cruzándose de carril. Botes atracados a la orilla de la laguna Paraná marcan el final del camino. Desde aquí, resta navegar o volar 30 kilómetros hasta la Isla San Alonso, donde la Fundación Rewilding tiene su santuario para la resilvestración y control de toda la fauna en peligro de extinción de este lado del litoral argentino.
Rewilding nació en 2010 para revertir la extinción de animales y recuperar las funciones básicas de los ecosistemas. Sus proyectos, para conservar el medioambiente, están mancomunados con el Estado nacional y provincial, otras organizaciones y hasta filántropos locales y extranjeros.
Un corral de 1.200 metros cuadrados, en forma octogonal, alberga a una madre y una cría de yaguareté. Ella fue criada en cautiverio, su mundo termina en el alambrado, pero su descendencia será el futuro de la vida silvestre. Árboles, pastizales, arbustos y enredaderas son parte de la flora en el redil que ayuda a complementar la simulación de su ambiente.
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Una cámara trampa, convenientemente ubicada, capta cómo acicala a su cría sobre una casilla de madera, ubicada en altura y en el centro del refugio. Es la señal para que voluntarios y trabajadores de la fundación esparzan pedazos de carne en una jaula contigua. Seguirá el aroma para poder alimentarse, debe hacerlo para continuar amamantando.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) catalogó a la Panthera onca, nombre científico del yaguareté, como especie "casi amenazada". Estiman que en el mundo sólo quedan unos 64.000 ejemplares desde México hasta Argentina, aunque en Corrientes están extintos hace 70 años por culpa de los cazadores y la transformación de su hábitat en campos agrícolas o forestales.
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"Los que provienen de cautiverio nos asocian con la provisión de comida y sería muy riesgoso liberarlos. Con ellos, la idea es generar crías sin contacto humano", explica Magalí Longo, coordinadora de conservación en el Centro de Reintroducción del Yaguareté, instalado en Iberá desde 2012.
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Leer másUn segundo corral con características similares al primero, pero cubierto por lonas impermeables a los costados y con una extensión de 30 hectáreas, tiene la función de guarecer a la descendencia cuando alcanza la madurez para su posterior liberación.
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En este lugar la comida entra viva. Cuando los yaguaretés perciban su presencia será el momento adecuado para poner en práctica sus habilidades de caza. Longo remarca que la presa debe aparecer sin más, como si la encontraran en su ambiente natural.
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